Está por resolverse el congestionamiento en distintos puntos de la frontera con Estados Unidos, dijo ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien confió en que las autoridades de ese país abran los cruces fronterizos que han cerrado por los altos flujos migratorios.

En su conferencia de prensa diaria, en Palacio Nacional, el mandatario mostró cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por su siglas en inglés) del gobierno estadunidense que indican que en la primera semana de diciembre el flujo irregular de personas aumentó 31 por ciento respecto al mismo lapso de noviembre, al pasar de 53 mil 16 a 69 mil 462.

Además, en la primera semana de este mes el promedio diario de encuentros de indocumentados con las autoridades fronterizas estadunidenses fue de 9 mil 923. Sólo el 5 de diciembre, el CBP reportó 12 mil 105 intercepciones, el mayor número registrado en 2023.

El gobierno de Joe Biden ha cerrado los cruces de Lukeville, Arizona, y de PedWest, California, e indicado que en tanto los flujos migratorios se mantengan en niveles tan altos, no los reabrirá.

López Obrador señaló que está bajando el número de migrantes en la frontera y que espera que pronto se normalice la operación de los puentes y los cruces internacionales entre México y Estados Unidos.

Se pueden presentar estos casos, como el de Texas, pero es transitorio. A todos nos conviene que se mantenga la comunicación, por cuestiones de tránsito de personas, que es lo más importante, y también de mercancías, dijo. El arribo de extranjeros a la frontera norte no es el único motivo por el que han cerrado los cruces. Hay otros factores; a veces ellos no tienen personal suficiente para el control de aduanas.