Jueves 14 de diciembre de 2023, p. a10
Un oro olímpico es el mayor emblema en la carrera de André Jardine hasta ahora. La llegada del brasileño a México hace casi dos años provocó escepticismo y curiosidad; su recorrido era corto, pero sus resultados contundentes. Ahora la respuesta a esa incertidumbre podría responderse cuando dirija al América ante Tigres con apenas seis meses en el timón del conjunto de Coapa.
No es fácil enfrentar a Tigres, sus jugadores son de mucha jerarquía y están probados por años en México. Nosotros tenemos a Luis Malagón y Henry Martín, quienes son seleccionados; ojalá estén inspirados
, dijo Jardine antes de la serie donde puede hacer histo-ria con las Águilas.
La trayectoria de Jardine se había enfocado en fuerzas básicas. Los cimientos del timonel se forjaron en el Gremio de Porto Alegre, en el sureste de Brasil, país donde el futbol es una actividad cotidiana que sus habitantes practican con fervor.
Después de ser jugador con el equipo juvenil del Gremio, estu-dió educación física en la Universidad Federal de Río Grande del Sur. El siguiente salto fue dirigir las fuerzas básicas del Sport Club Internacional para después llegar a la selección Sub-23 de Brasil, con la cual se coronó en Tokio 2020.
Esos años a cargo de categorías menores le permitieron no sólo tener experiencia al frente de un equipo, sino también aprender de entrenadores históricos, como Felipe Scolari, quien le dio a Brasil su quinto título del Mundo en Corea-Japón 2002.
Ya como campeón olímpico encontró oportunidades en Primera División de manera estable, pues antes sólo había realizado un par de interinatos con el Sao Paulo.
El Atlético de San Luis, filial del español Atlético de Madrid, fue quien confió en su capacidad para traerlo a México y darle por primera vez un equipo de un máximo circuito. Sus resultados durante tres torneos fueron regulares, pero su trabajo de entrenador ganó la confianza del América para firmarlo.
El inicio de las Águilas fue complejo, varios de sus integrantes reconocieron que era complicada la adaptación a un sistema más ofensivo del que suele verse en México.
Ahora se dispone a pelear su primer título con un equipo mayor. Aunque el entusiasmo en el timonel es fuerte, el reto es complejo al tener que enfrentar al campeón Tigres, dirigido por Robert Dante Siboldi, quien también se coronó en 2018 con Santos.
Además, los felinos recuperaron al goleador André-Pierre Gignac, quien estuvo en rehabilitación por una pubalgia. Está listo para jugar
, aseguró Siboldi respecto del ariete francés.
Por ahora, la afición americanista ha respaldado a Jardine y las Águilas. Como muestra, un grupo de seguidores despidió entre bombos y banderines al América antes de su viaje a Monterrey, donde comenzará la serie de la final en el estadio El Volcán en busca de la anhelada estrella 14.