l 16 de noviembre, el presidente de China, Xi Jinping, sostuvo un encuentro con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en San Francisco, que transmitió cuatro mensajes importantes.
Primero: no cambiará la tendencia histórica de la profundización de la amistad tradicional. El presidente Xi señaló que la amistad entre China y México ha resistido la prueba de toda circunstancia y se ha consolidado. El año pasado, ambos países organizaron actividades para festejar el 50 aniversario de sus relaciones diplomáticas, y este año coincide con el aniversario 10 del establecimiento de su Asociación Estratégica Integral. El presidente López Obrador indicó que tanto México como China cuentan con civilizaciones majestuosas y ambos pueblos están unidos por la afinidad y la hermandad. Los jefes de Estado celebraron su primer encuentro cara a cara en San Francisco, estrechando las manos, cruzando las montañas y océanos. Este acontecimiento no sólo supone un momento culminante en este año para las relaciones sino-mexicanas, también un hito histórico de las mismas, así como un paso clave para la profundización de la confianza mutua y disipación de las dudas, así como el fomento de la amistad, la promoción de la cooperación y la definición del rumbo del desarrollo de las relaciones bilaterales.
Segundo: no cambiará la expectativa conjunta del fortalecimiento de la articulación de estrategias. El presidente Xi hizo llegar felicitaciones al presidente López Obrador por su liderazgo en el gobierno y por avanzar en las reformas e innovaciones en estos más de cinco años desde su asunción, así como sus importantes éxitos en el proceso del desarrollo nacional. Hoy, China promueve de forma integral la gran causa en la construcción de un país próspero y la gran revitalización de la nación con la modernización china. China y México disponen de consensos estratégicos y expectativas similares en la búsqueda de sus propios caminos de desarrollo. Como socios estratégicos integrales, ambos países se comprenden y se apoyan mutuamente en los intereses nucleares y las preocupaciones trascendentales.
Tercero: no cambiará la voluntad general de insistir en la cooperación de ganancias compartidas. La cooperación de ganancias compartidas siempre ha sido la tónica de las relaciones sino-mexicanas. El comercio bilateral se ha multiplicado por más de 7 mil en comparación con el volumen al momento del establecimiento de las relaciones diplomáticas, con fructíferos resultados en materia ferroviaria, automovilística y nuevas energías. Se ha acelerado la cooperación en inversiones y la ampliación de la integración de cadenas industriales y de suministros. Poniendo en pleno juego los mecanismos de trabajo intergubernamentales, China y México continuarán aumentando la cooperación en áreas tradicionales como la infraestructura, ampliando la cooperación en sectores emergentes, como las finanzas y electromovilidad, y profundizando la cooperación en la aplicación de la ley antidrogas. Ambas partes se apoyarán activamente en la celebración recíproca de presentaciones artísticas y exposiciones culturales, entre otros intercambios de pueblo a pueblo, y estrecharán aún más la coordinación en temas multilaterales, en mayor defensa con toda firmeza del multilateralismo y la democratización de las relaciones internacionales, y en salvaguardia firmemente de la equidad y la justicia internacionales y los derechos e intereses legítimos de los países en desarrollo.
Cuarto: no cambiarán los esfuerzos aunados por la promoción de la cooperación integral entre China y América Latina y el Caribe (ALC). Tanto China como México y ALC somos países en vías de desarrollo, uniéndonos por el sueño de la independencia, el desarrollo y la revitalización. El próximo año celebraremos el aniversario 10 del Foro China-Celac. En la última década, México ha desempeñado activamente su papel como un país grande de la región latinoamericana y ha promovido activamente la cooperación integral entre China y ALC. Ante los cambios históricos en el mundo y en nuestra era, China y México pueden seguir avanzando con las manos entrelazadas para promover las relaciones China-ALC en la nueva era caracterizadas por la igualdad, el bienestar mutuo, la innovación, la apertura y el beneficio para los pueblos, y así contribuir a la construcción de la comunidad de futuro compartido China-ALC.
Hoy, el mundo ha entrado en un periodo de turbulencias y transformaciones que generan oportunidades y desafíos sin precedentes. Deseamos que los sectores de ambos países pongan en práctica los consensos importantes alcanzados por los dos mandatarios, mantengan el practicismo, construyan mejores puentes y promuevan cooperaciones mutuamente beneficiosas, para sentar una base más sólida para la profundización del entendimiento mutuo y la amistad, así como el desarrollo estable y duradero de las relaciones sino-mexicanas.
* Embajador de China en México