Beirut. Un bombardeo israelí mató a 22 miembros de la familia del corresponsal de Al Jazeera Moamen Al Sharafi, en el campo de refugiados de Jabaliya, en el norte de Gaza, informó ayer la cadena catarí.

Al Sharafi informó ante las cámaras de Al Jazeera que un barril explosivo golpeó la casa donde se refugiaba su familia y provocó un profundo cráter en el suelo. Indicó que entre los fallecidos por el ataque se encontraban sus padres, Mahmoud y Amina, sus tres hermanos y sus esposas, así como sus sobrinos y sobrinas.

Ninguno de los equipos de defensa civil pudo llegar a sus cuerpos, dijo el corresponsal. Sólo una niña que salió catapultada por la intensidad de la explosión y fue encontrada en un techo vecino hecha pedazos ha sido enterrada, añadió.

En tanto, Amnistía Internacional y Human Rights Watch señalaron en informes separados que los ataques israelíes que mataron a un camarógrafo de Reuters e hirieron a otros seis periodistas en el sur del Líbano hace casi dos meses fueron aparentemente deliberados y un embate directo contra civiles.

Ambas organizaciones no gubernamentales afirmaron que los embates deberían investigarse como un crímenes de guerra.

Sus hallazgos fueron publicados simultáneamente con pesquisas similares de las agencias noticiosas Reuters y France-Presse.

El 13 de octubre, el fotógrafo de Reuters Issam Abdallah fue asesinado mientras estaba aproximadamente a un kilómetro de la frontera norte de Israel con Líbano. Registraba en video los ataques entre el ejército israelí y Hezbolá, aliado de Hamas contra el cual Israel está librando una guerra en Gaza.

Crímenes de guerra

Una investigación de Reuters publicada ayer dijo que la tripulación de un tanque israelí mató a Abdallah e hirió a los otros seis periodistas al disparar dos proyectiles en rápida sucesión desde Israel mientras el grupo grababa en video los bombardeos transfronterizos desde la distancia.

El grupo llevaba chalecos antibalas y cascos azules, la mayoría con la palabra Prensa escrita en letras blancas. Se encontraban en una zona abierta sin ocultarse.

Un portavoz del gobierno israelí negó que sus fuerzas tuvieran como objetivo a no combatientes.