La demanda de petróleo y gas natural –combustibles fósiles– caerá 45 por ciento respecto a los niveles actuales si los gobiernos y las empresas cumplen con sus compromisos de reducción de gases de efecto invernadero (GEI), indicó la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés).

De acuerdo con un nuevo reporte del organismo, publicado previo a la COP28 en Dubái, bajo los entornos políticos actuales, la demanda mundial de petróleo y gas alcanzará su punto máximo para 2030.

Los productores deben elegir entre contribuir a una crisis climática cada vez más profunda o formar parte de la solución adoptando el cambio a la energía limpia, advirtió la IEA.

El organismo consideró que para alcanzar las emisiones netas cero para mediados de siglo, lo cual se requiere para limitar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius, el uso del petróleo y gas debería disminuir en más de 75 por ciento para 2050.

No obstante, comentó, el sector del petróleo y el gas –que proporciona más de la mitad del suministro mundial de energía y emplea a casi 12 millones de trabajadores en todo el mundo– ha sido una fuerza marginal en la transición a un sistema de energía limpia

Explicó que actualmente, las empresas de petróleo y gas representan uno por ciento de la inversión en energía limpia a escala mundial, pero de esa proporción tres quintas partes provienen de cuatro empresas.

Mientras el mundo sufre los impactos de una crisis climática que empeora, continuar con las cosas como siempre no es ni social ni ambientalmente responsable, dijo Fatih Birol, presidente ejecutivo de la IEA.

Los productores de petróleo y gas de todo el mundo deben tomar decisiones profundas sobre su lugar futuro en el sector energético mundial, agregó.

La industria debe comprometerse a ayudar genuinamente al mundo a satisfacer sus necesidades energéticas y sus objetivos climáticos, lo que significa dejar de lado la ilusión de que la solución es capturar cantidades inverosímilmente grandes de carbono, destacó.

El organismo consideró que las empresas de petróleo y gas deben asumir un interés real en la economía de energía limpia, pero también ayudar al mundo a evitar los impactos más severos del cambio climático.

El reporte señala que la industria mundial de los mencionados combustibles fósiles está compuesta por una amplia y diversa gama de actores, desde pequeños operadores especializados hasta enormes compañías petroleras trasnacionales.

Aseguró que si bien la atención a menudo se centra en el papel de las grandes empresas del sector privado, estas poseen menos de 13 por ciento de la producción y las reservas mundiales de petróleo y gas.

La estrategia de transición de toda empresa puede y debe incluir un plan para reducir las emisiones de sus propias operaciones, dijo el organismo.

Advirtió que para alinearse con un escenario de 1.5 grados Celsius, las emisiones propias de la industria deben disminuir 60 por ciento para 2030.