El Banco de México (BdeM) advirtió que hasta septiembre los niveles de impago de los créditos que las instituciones bancarias otorgan a las familias mexicanas llevaban cuatro meses consecutivos al alza, a diferencia de los préstamos a empresas y de vivienda, que permanecen en niveles estables.

En cuanto a la calidad de la cartera, en septiembre de 2023 los índices de morosidad del crédito bancario a las empresas y a la vivienda permanecieron en niveles bajos, similares a los de agosto. Los índices de morosidad de la cartera de consumo siguieron en niveles inferiores a los registrados antes del inicio de la pandemia, si bien se incrementaron por cuarto mes consecutivo, dijo el organismo en su más reciente minuta de la reunión de la Junta de Gobierno.

Según información del banco central, al cierre de septiembre el saldo de la cartera vencida de los créditos al consumo (que incluyen tarjetas de crédito, de débito y de nómina, entre otros instrumentos) alcanzó un monto de 40 mil 108 millones de pesos, 42 por ciento más alta respecto a lo reportado en septiembre del año pasado.

Al concluir junio, el saldo vencido era de 36 mil 596 millones de pesos, lo que implica que en los últimos cuatro meses el portafolio en mora ha crecido 9.5 por ciento.

El saldo insoluto de los préstamos al consumo respecto al portafolio vigente, que a septiembre sumaba un billón 361 mil 216 millones de pesos, representa 2.9 por ciento.

James Salazar, subdirector de análisis de CIBanco, indicó que el incremento en los índices de impago es más notorio en segmentos como las tarjetas de crédito, cuyo uso se ha incrementado en meses recientes; en cambio ha disminuido la cantidad de clientes totaleros (los que pagan el total de sus saldos mes con mes).

Esto significa que la gente se está apalancando y eso incrementa el riesgo de morosidad. Además, como la economía estaba creciendo, había montos mayores de crédito y se otorga financiamiento a perfiles que incluso podrían significar mayor riesgo; entonces en condiciones complicadas, como tasas de interés e inflación altas, puede haber aumentos en la morosidad del crédito al consumo, refirió el especialista en entrevista.

El BdeM indicó en su minuta que, dentro del rubro de crédito al consumo, las tasas de interés de las tarjetas de crédito se han ido ajustando con rezago respecto a los cambios en la tasa de referencia, tras haber permanecido relativamente estables hasta junio de 2022, mientras las tasas de interés de créditos de nómina se han mantenido estables desde agosto de 2021.

En el documento, uno de los miembros del banco central añadió que, de acuerdo con información al tercer trimestre, se han observado incrementos de la demanda de crédito, aunque en ciertos casos se han estrechado las condiciones generales o los estándares de aprobación.

Asimismo, otro de los miembros de la junta refirió que el consumo se ha apoyado en la dinámica del mercado laboral, el aumento de las remesas, algunas políticas públicas que han permitido fortalecer el consumo de los hogares y el elevado ritmo de crecimiento del crédito al consumo.