Las cúpulas del PRI y del PAN se repartieron las candidaturas estatales como parte de los acuerdos para 2024, mientras el PRD lucha por su supervivencia: hasta ahora ha perdido el registro en por lo menos 15 entidades, por lo cual no recibe prerrogativas y entre sus militantes hay quienes consideran que el año próximo podría desaparecer a escala nacional.

Como parte del reparto, ayer la dirigencia del PRI dio a conocer que el diputado José Yunes Zorrilla será precandidato único a la gubernatura por la coalición Fuerza y Corazón de Veracruz. El partido indicó que al acuerdo se suman otros aspirantes, como Héctor Yunes Landa.

Por el PAN, Libia Denisse García Muñoz Ledo, ex titular de la Secretaría de Gobierno de Guanajuato, quedó como precandidata. Arranca precampaña el domingo.

Para los panistas también son la Ciudad de México (Santiago Taboada), Yucatán (Renán Barrera) y Puebla (Eduardo Rivera).

El PRI llevará eventuales candidatos a gobernar Jalisco (Laura Haro), Morelos (Lucía Meza, quien como senadora se sumó a la bancada tricolor tras renunciar a Morena) y Veracruz (José Yunes). Chiapas sigue pendiente y los partidos irán solos en Oaxaca y Tabasco.

Entre los anexos de la coalición de los tres partidos, registrada ante el Instituto Nacional Electoral, el PRD incluyó informes de los consejos nacionales realizados para aprobar la alianza.

Ahí se lee que avaló otorgar poder y facultad a la Dirección Nacional Ejecutiva para desincorporar y enajenar bienes inmuebles propiedad del partido, en lo que no todos estuvieron de acuerdo.

Eloí Vázquez, vicepresidente del X Consejo Nacional, rechazó que algunos perredistas justificaran la decisión con el argumento de que, ante el riesgo de perder el registro en 2024, era mejor enajenar los bienes que dejar al Estado que nos los decomise.

En la discusión se explicó que se trata de una medida precautoria para enfrentar las adversidades que pudieran presentarse durante el proceso electoral, mientras otros recordaron que en algunas entidades el partido tiene una difícil situación económica. Unos más apuntaron que se necesitan recursos para alcanzar el 3 por ciento de los votos que permitan al PRD mantener el registro.