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Tumbando caña

Joaquín Sabina: envejecer sin dignidad

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▲ El cantante español está consciente de haber llegado a un momento en el que el tiempo no perdona.Foto archivo
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or fin ayer llegó la hora tan temida De hacer balance de mi vida y terminar esta canción Y en vez de echar sal y vinagre en las heridas Haré otra vez de tripas corazón

Canta Joaquín Sabina en Sintiéndolo mucho, tema musical creado por él en sociedad con el músico y compositor Leiva para la película del mismo título dirigida por Fernando León de Aranoa.

Sientiéndolo mucho, el filme, es un documental sobre Sabina rodado a lo largo de 13 años en lo que supone un retrato íntimo, hecho a muy pocos centímetros de su piel, que cuenta sin atenuantes momentos luminosos y ocultos del artista tras bambalinas, cuando baja del escenario y en su cotidianidad, según describe el cine realizador.

Sintiéndolo mucho, la canción, es la guía, el eje temático en que se basa y gira la película; una serie de especulaciones del cantautor acerca de su fragilidad y del implacable paso de los años que ha empezado a considerar a sus 74 tras enfrentar diversas mareas.

No tengo nada que olvidar de mi pasadoPor eso espero que el olvido no se olvide de quien fuiHe dado más de lo que algunos me han robadoSin olvidar a la que se olvidó de mí.

Joaquín Sabina es ese cantante y poeta cuya figura ha trascendido a la categoría de mito popular gracias a una obra artística que ha universalizado la visión irreverente y pasionalmente bella de la vida desde la nocturnidad alevosa, el sincericidio, el amor febril y el desamor sin paliativos. Versos y estrofas que pecan de honestas.

Siempre he querido envejecer sin dignidad Aunque al fusil ya no le quede ni un cartucho Si el corazón no rima con la realidadCambio de rumbo, sintiéndolo mucho.

Hace unas semanas culminó su gira por algunas ciudades de México, y salvo el percance de salud que lo obligó a cancelar su presentación en Puebla, todos sus conciertos los cumplió a cabalidad. En los que tocó en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, se le vio emocionado pero sereno, sentado todo el tiempo en un taburete desde donde ondeó su canto con una voz más áspera que de costumbre, que a nadie disgusta, ya que es parte de su identidad, de su encanto.

Después de 50 años de profesión sigue apasionándose por lo que hace. Le gusta trabajar en la escena, lo alimenta mucho el contacto con su público, y a éste le encanta verlo y cantar con él sus canciones. Canciones que reflejan la fuerza interior de este hombre manipulador de masas que ahora se ubica en el tiempo que ha vivido y en el que le queda por vivir.

Muchos creyeron que me habían amortizadoCuando viajé del Wizink Center en camilla al hospital Con los dedos del Serrat entrelazados Devolviéndome las ganas de cantar.

Cuando vino a presentar su álbum Lo niego todo (mayo de 2017), tuve la oportunidad de platicar con él; entonces le pregunté acerca del retiro, de la despedida de los escenarios que en algún momento se habrá de dar, y él, tan claro como acostumbra, me dijo: Si más adelante ya no soy tan bueno cantando, me dedicaré a hacer otras cosas, como escribir canciones o poesía, antes de hacerle al imbécil en el escenario.

No me veréis en Benidorm con el Imserso Nadie me tiene que explicar que dos y dos no suman cuatro Que la poesía es el desván de un metaversoDonde las musas se desnudan como albatros.

Joaquín Sabina está consciente de haber llegado a un momento en el que el paso del tiempo no perdona, pero nunca se cansará de celebrar con sus canciones la visión agridulce y pasionalmente bella de la vida, arañando utopías y libertades…

“El pan de ayer no es un buen postre para hoyMañana lunes es momento de inventarse y apostarYa que Fernando me ha pintado en esta peli tal cual soy Un tahúr que no se cansa de arriesgar.”

En aquella entrevista me decía que escribir canciones es lo que más le place, más que, incluso, cantar. Por eso, en el momento de plantearse un nuevo trabajo discográfico, como el que ahora se propone al terminar la gira, se verá en la necesidad de guardar una postura de abstracción, de relajamiento para encontrar las palabras que concatenen las ideas y los sentimientos.

Aunque entre el sueño y el papel algo se pierde Y con los años duele más cuando me escuchoFingiendo ser un estupendo viejo verdeY lo de viejo, sintiéndolo mucho.

Así , Sabina quiere envejecer, sin dignidad, buscando la verdad debajo de la falda de la luna.