Palenque, Chis., Keiko Teranishi Castillo, directora de la zona arqueológica de Palenque, dijo a La Jornada que enfrentan cambios vertiginosos e históricos con la llegada del Tren Maya, cuya estación se ubicará a 11 kilómetros del sitio. Por lo pronto, añadió, se nota ya un incremento en el número de visitantes desde octubre pasado: se nos está disparando.

Refirió que la cifra de personas que llegan a conocer los vestigios mayas, declarados patrimonio de la humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en 1987, es cercana a la que se tenía antes de la emergencia sanitaria por covid-19, con más de 3 mil visitantes diarios, que ahora exhiben hábitos diferentes en cuanto a la hora, día y época del año en que arriban a Palenque.

La arqueóloga previó que cuando comience a operar el Tren Maya la cifra alcanzará 5 mil. Sostuvo que el paquete que se ofrecerá facilitará que la gente acuda al sitio, pues habrá mejor atención en términos de servicios secundarios, se habilitarán espacios de oficina, se desconcentrará la visita pública a la plaza central, se contará con automatización del boletaje; además, la belleza natural de este lugar, el paisajismo increíble que tiene, atraerá al tursimo.

Por el momento, se trabaja en la consolidación del denominado Grupo IV y la restauración e investigación del Templo de la Cruz Foliada, a cargo del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza). Ahí hubo un trabajo reconstructivo impecable para lograr que los visitantes vieran que estaba en un núcleo administrativo, público, político y religioso, pero que también había senderos que los podían llevar a unidades habitacionales de esa gobernanza y a un ecoandador.

La también antropóloga social recordó que comparten con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) la poligonal de protección de 17 mil 772 hectáreas, donde el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) maneja el circuito de visita y la Conanp resguarda el sendero Motiepá, en el que se pueden apreciar vestigios y edificios no intervenidos, bajo la cobertura vegetal y fauna nativa del lugar.

Dignificar a los artesanos

Sobre el Centro de Atención a Visitantes, que ya está terminado y se ubica a poco más de un kilómetro del acceso de la zona arqueólogica, Teranishi sostuvo que se trata de una forma de dignificar las condiciones de los comerciantes que actualmente se instalan en el acceso de Palenque.

Adelantó que el museo de sitio será remozado para contar con mediateca y un nuevo guion museográfico, en el que participan los arqueólogos Arnoldo González Cruz, Roberto López Bravo y Rodrigo Liendo, de la Universidad Nacional Autónoma de México, investigadores que han estado en este sitio durante más de 20 años.

El recinto será, dijo la funcionaria, una puerta abierta del conocimiento hacia afuera de la academia y creará puentes de comunicación con el ciudadano común. Posiblemente, será abierto al público en los primeros días de enero.

La directora informó que también se mejora el campamento arqueológico donde los investigadores pueden tratar, intervenir, estabilizar y resguardar las colecciones de materiales con las que trabajen.

Carlos Varela, residente de obra del Proyecto Arqueológico Palenque, recordó que este campamento fue construido en los años 50 del siglo pasado por Alberto Ruz Lhuillier, y que tras más de siete décadas era casi imposible vivir ahí.

Con Promeza se logró construir uno nuevo, con mejores materiales y más duraderos en el lugar donde estaba asentado el viejo. Eso es muy importante para quien trabaja en el sitio porque permite tener un espacio accesible y cómodo, y las facilidades de hacer análisis de lo que se excava en el laboratorio que está a un lado.