En una década se duplicó la prevalencia de diabetes en México, pues subió de 9.2 a 18.3 por ciento entre 2012 y 2022. Actualmente son 17 millones de personas afectadas por una enfermedad que representa la mayor carga de muerte y discapacidad en el país. Debido a lo anterior, la atención médica se debe modificar radicalmente y terminar con inercias y conflictos de interés con la industria farmacéutica, afirmó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Ruy López Ridaura.

Por esa inercia más de la mitad de los pacientes ha tomado la misma medicina desde que le dieron el diagnóstico, cuando existe evidencia científica sobre el beneficio de la terapia dual, como ya se hace con la hipertensión arterial.

Ayer, con motivo del Día Mundial de la Diabetes, se realizó un foro convocado por la Organización Panamericana de la Salud, en el que su director, Jarbas Barbosa, destacó que la región de las Américas es la más afectada por esta enfermedad.

Señaló que el número de pacientes subió de 18 millones en 1980 a 62 millones en 2014. En 2019, la diabetes fue la sexta causa principal de muerte –sin contar la enfermedad renal crónica–, la segunda de años de vida ajustados por discapacidad y también la segunda en años vividos con discapacidad.

El directivo resaltó que el incremento de la carga de diabetes es reflejo de acciones insuficientes en prevención, diagnóstico oportuno y control metabólico, lo que además se relaciona con factores de riesgo como el sobrepeso, obesidad y el sedentarismo. Asimismo, subrayó la importancia de fortalecer la atención primaria a la salud.

Sobre la situación en México, el subsecretario López Ridaura estableció que del total de afectados, 10 millones conocen su condición de salud, en tanto de 5.5 millones de personas que en 2019 se encontraban en tratamiento, sólo 15 por ciento mantenían bajo control sus niveles de glucosa. De ahí la necesidad de un cambio radical en los servicios de salud.

Por otro lado, la adecuación es insuficiente, lo que también aplica para las Unidades de Especialidades Médicas (Unemes) que se crearon durante el sexenio de Vicente Fox, que son eficaces, pero con un alcance limitado, apenas 5 por ciento de la población.

El funcionario admitió que en el país persisten carencias de insumos básicos como los dispositivos para el monitoreo de los niveles de glucosa, además de que sigue faltando personal médico.

En cuanto a las dificultades que se han enfrentado para modificar el modelo de atención médica, mencionó que además de romper la inercia terapéutica, se requiere propiciar la adherencia a los tratamientos, mientras a las autoridades les corresponde contar con las mejores terapias recomendadas por especialistas.

En el esquema de triple optimización, una vez que se sabe cuáles son las medicinas más adecuadas, las instituciones que forman parte del sistema nacional de salud acuerdan participar en una compra consolidada, con la cual se logra reducción de precios y se garantiza la sustentabilidad de acceso a medicamentos estandarizados en el sector.

López Ridaura también comentó sobre las medidas para el cuidado de la salud de los enfermos que han sido deficientes, como el monitoreo de los niveles de glucosa, la revisión de pies y el funcionamiento renal, por lo que insistió en la importancia de cambiar el modelo de atención y, además, incidir en el ambiente alimentario, principal factor de riesgo de la diabetes y obesidad en el país.

Agregó que se requiere una acción fuerte del Estado para regular a la industria de bebidas y alimentos ultraprocesados, entre otras acciones.