El módulo temporal que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) instaló en el albergue del Bosque de Tláhuac cerró de manera definitiva porque vecinos de la zona les impidieron trabajar, ya que no quieren que más personas extranjeras se instalen en las calles aledañas.

Desde el pasado 1º de junio y hasta el 8 de noviembre, personal de la Comar llevaba a cabo el prerregistro de los solicitantes de refugio en este albergue, con el objetivo de agilizar la primera parte del registro formal para conseguir una entrevista de elegibilidad.

Así lo aclaró el titular de la Comar, Andrés Ramírez Silva, al señalar que este módulo no forma parte de las 10 oficinas que tienen en el país y si dejaron de brindar atención fue porque habitantes de la colonia Miguel Hidalgo, en Tláhuac, les bloquearon el acceso para que ya no atendieran a los solicitantes de refugio.

Atención, sólo en la colonia Juárez

A pesar de que hay más de tres mantas colocadas en las afueras del albergue con los colores del gobierno federal (guinda y dorado), en las que se explica en tres idiomas que la Comar se retiró del Bosque de Tláhuac y sólo brindará atención en las oficinas centrales, ubicadas en Versalles 49, en la colonia Juárez, el coordinador general de esta comisión negó que la institución a su cargo haya colocado dichos avisos, pero admitió que dejaron de atender a los solicitantes para evitar confrontaciones con los vecinos.

A raíz de que los habitantes de esta zona les impidieron trabajar, justificó Ramírez Silva, fue que se retiraron del módulo, pero los avisos oficiales no los colocó la Comar. Nosotros no los pusimos, no sé quién lo haya hecho ni qué logos les hayan puesto. Nos retiramos, pero no pusimos esas mantas, insistió.

Lo cierto es que dentro del albergue hay más de mil 500 personas extranjeras que buscaban una cita en la Comar, además de las más de 500 que se instalaron en los alrededores del bosque con el propósito de conseguir el prerregistro para la solicitud de la condición de refugiado. Sin embargo, ahora tendrán que acudir al centro de la Ciudad de México para iniciar el trámite, el cual es un primer paso a fin de obtener el registro formal con el que después les darán una cita para una entrevista de elegibilidad.

Ese módulo se puso porque, cuando se abrió el albergue, el gobierno de la ciudad nos pidió colaborar para brindar la atención ahí. Pero cuando los vecinos nos impidieron entrar en este módulo, pues nos retiramos de ahí, argumentó el funcionario luego de que La Jornada publicó ayer que hay solicitantes de refugio que llevan hasta cuatro meses esperando el prerregistro, así como la entrevista de elegibilidad.

Ramírez Silva señaló que los vecinos de esa zona desconocen el trabajo de la Comar. Les molesta que los migrantes estén merodeando en las inmediaciones del bosque y por eso no quieren que demos servicio.