Jueves 9 de noviembre de 2023, p. 7
La negativa de Morena a discutir un fondo de reconstrucción propuesto por la oposición para Guerrero encendió los ánimos en la Cámara de Diputados. Del discurso acalorado, los legisladores pasaron a los manotazos y hasta el jaloneo de pelo.
Ayer, finalmente, el pleno entró a discutir las primeras reservas planteadas por el bloque PRI-PAN-PRD, que buscó restar 50 mil millones de pesos del pago a los bancos por el rescate bancario, para destinarlos a los damnificados del huracán Otis.
La bancada de Morena sorteó la sesión entre dos frentes: el discurso machacón del bloque opositor integrado en Va por México, que reprochó la falta de compromiso de la mayoría hacia Guerrero, y el fuego amigo del bloque marcelista, que condicionó sus votos a cambio de un fondo, de otro origen: 15 por ciento de los ingresos excedentes por venta de petróleo.
Como ha ocurrido en otras votaciones, al coordinador de Morena, Ignacio Mier, sus diputados se le salieron del salón en el momento que, a nombre de Va por México, el panista Jorge Romero presentó la reserva para proponer dicho fondo.
Así, a la hora de que se preguntó si se admitía la propuesta a discusión, la oposición y los diputados que siguen a Marcelo Ebrard respaldaron la propuesta. El ausentismo de Morena dividió la votación.
La oposición reclamó que el voto se resolviera en el tablero, en busca de que el rechazo de Morena se reflejara con nombre y partido.
En el jaloneo discursivo, a la presidenta de la mesa directiva, Marcela Guerra Castillo (PRI), se le salió de control la conducción del debate, al negarse al recuento en el tablero. Su postura le mereció el airado reclamo de su propio coordinador, Rubén Moreira, y de sus aliados. ¡No sea facciosa!
, le reprochó Luis Espinosa (PRD). Y en contraste, desde las curules guindas, le celebraron a Guerra: ¡Presidenta, presidenta!
El PAN tomó la tribuna. Priístas y panistas insistieron a Guerra que repitiera la votación, pero en el desdén, la legisladora se negó y les soltó: así son las cosas
.
Éctor Jaime Ramírez Barba (PAN) fue el primero en llegar y en recibir empujones de Morena, en la disputa corporal de la tribuna. De los gritos, las diputadas pasaron a las manos. La panista Daniela Álvarez manoteó a Reyna Celeste (Morena) quien de plano la jaló del chongo.
En el tumulto, sus compañeros sacaron en vilo a Daniela Álvarez (PAN). Ruda como es, la presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas, Irma Juan Carlos (Morena), advertía a las panistas: “¡Te voy a romper tu madre! ¡Hipócritas! ¡Ladronas! ¡Ratas!
–¿No que primero los pobres, Irma? –le respondió Mariana Gómez del Campo (PAN).
Graciela Sánchez Ortiz (Morena) encaró a la panista: ¡Asesina toda tu familia! ¡Maldita asesina!
–¡Así tienes el corazón de podrido! –le devolvió la sobrina de Felipe Calderón.
Extraviada la conducción de la sesión, Marcela Guerra decretó un receso, que se alargó dos horas y media, para que los coordinadores lograran rencauzar el debate.
Como no había ocurrido con ningún jefe de prensa de la Cámara, la vocera de Guerra, Carolina Real, entró al salón de sesiones a sacar a los reporteros.
Reanudada la sesión, Rubén Moreira planteó la reducción del IPAB. ¡No es del presupuesto, es de sus adversarios, los ricos!
Otra vez en el tablero, Morena desechó la propuesta.
Poco antes de las 7 de la noche, el bloque marcelista presionó con su reserva, en un diálogo que llegó a los gritos con el vicecoordinador de Morena, Leonel Godoy.
Para que no quedara duda, Araceli Ocampo (Morena) advirtió: pues nos vamos
. Anoche, el rumbo de la propuesta dependía del equilibrio de fuerzas en Morena y del voto de la oposición.