Sábado 4 de noviembre de 2023, p. 25
La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, tomó el control de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), luego de arrestar a su presidenta, Alba Luz Ramos Vanegas, y destituir a los directores de áreas claves de ese poder del Estado, informó ayer la prensa local.
Más de cien funcionarios fueron cesados de la CSJ el martes, en un nuevo operativo policial ordenado por la presidencia y la Secretaría del Frente Sandinista de Liberación Nacional(FSLN), luego de las intervenciones del 24 y 26 de octubre, cuando se desalojaron, respectivamente, a la presidenta de la CJS, Alba Luz Ramos Vanegas y a la magistrada Yadira Centeno González, quienes fueron confinadas a arresto domiciliario, informó el medio digital El Confidencial.
Los relevados eran empleados públicos cercanos a Ramos Vanegas y viejos militantes del FSLN. El desalojo de Ramos fue realizado por un grupo de policías bajo el mando de Horacio Rocha, comisionado general en retiro y asesor presidencial sobre seguridad.
El magistrado Marvin Aguilar, vicepresidente de la CSJ y secretario político nacional del Consejo de Liderazgo Sandinista, asumió como magistrado presidente en funciones
y a los trabajadores se les dio dos días de asueto con goce de salario, debiendo reintegrarse a sus labores el lunes.
Sucesión a la presidencia
Según el ex diputado Eliseo Núñez, entrevistado por El Confidencial, lo anterior se trata de una acción mediante la cual la vicepresidenta y esposa de jefe del Ejecutivo, Daniel Ortega, busca eliminar focos de resistencia
a su ascenso como sucesora. Murillo sustituirá a estos funcionarios con integrantes de la Juventud Sandinista, organización que responde directamente a su control, mientras que los cesados eran parte de una estructura orteguista, afirmó Núñez.