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Catástrofe en Guerrero
A marchas forzadas organizan entrega de ayuda
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Periódico La Jornada
Domingo 29 de octubre de 2023, p. 4

Acapulco, Gro., La ayuda a los afectados por el huracán Otis empezó a llegar y a distribuirse. Soldados, marinos y guardias nacionales trabajan día y noche en coordinación con civiles que laboran en instancias gubernamentales para armar despensas, subir a los camiones el agua embolsada o en envases de plástico y un poco de comida que es repartida.

Son las 23:00 horas del viernes y en colonias como El Coloso, Crucero de Puerto Marqués y Renacimiento, los grupos parten de los centros de acopio y trasladan los víveres.

A esa hora, en la mayor parte del país la gente ya descansa. Aquí, en Acapulco –no el de la zona turística–, los pobladores siguen buscando agua y comida. Cientos incluso salen de las bodegas de una refresquera, que también embotella agua, con garrafones o paquetes. Mientras algunos de sus familiares sacan lo que pueden de las instalaciones o los bajan de los camiones de carga, otros cuidan sus tesoros.

Los camiones donde las fuerzas armadas trasladan víveres y agua avanzan con dos unidades de custodia hasta sus sitios de destino.

Se posicionan en algún punto de convergencia social, un kiosco o una calle principal, y apenas vocean que ha llegado ayuda la gente sale de manera rápida. Personas de todas edades se forman y con carretillas o en sus brazos, cargan el agua potable que ha sido embolsada o en paquetes de seis botellas de medio litro. También reciben una bolsa con galletas, atún, sardina y otros alimentos, que servirán para paliar la necesidad. Uno de los centros de acopio y distribución se localiza en el Forum Mundo Imperial. Ahí, decenas de funcionarios, militares y guardias nacionales, arman las despensas, acomodan colchonetas que serán entregadas en comunidades más necesitadas, las que perdieron todo y no tienen un techo ni un colchón para no dormir en el suelo.

Asimismo, hay costales de naranjas que se repartirán en bolsas con alimentos o con los envases de agua.

El trabajo en estos centros no para, están laborando las 24 horas, y aunque el último despacho puede entregarse a las 3 de la mañana, los militares seguirán armando las despensas y subiéndolas a los camiones para comenzar a primera hora.

Las filas empiezan antes de las 4 de la mañana en gasolineras, en los centros de distribución de agua y en las bodegas de los principales comercializadores de productos como galletas, chiles y botanas.

En las instalaciones de empresas y de instituciones de salud ubicadas en la colonia Renovación, la fila de las personas que esperaban recibir un paquete de 12 litros de agua por cada una alcanzó más de un kilómetro de largo. La espera puede tardar horas, pero uniformados controlaban el reparto y el tránsito.