raidora a la 4T? Es ocioso acusar de traición a la senadora de Morena Olga Sánchez Cordero porque votó contra su partido en el tema en la desaparición de los fideicomisos del Poder Judicial. Ya era fifí antes de que se acuñara el término fifí. Proviene de una familia muy adinerada. Es hija de Jorge Sánchez Cordero, uno de los notarios públicos más importantes de su tiempo. Olga cursó su licenciatura en derecho en la UNAM. Aunque hizo su carrera entre los años 1965 y 1969, no se recuerda que haya participado en el movimiento estudiantil de 1968. Fue nominada por el padre del Fobaproa, Ernesto Zedillo, para ocupar el cargo de ministra de la Suprema Corte. El candidato Andrés Manuel López Obrador la invitó a incorporarse a la campaña electoral de 2017-2018 junto a algunos personajes con los que no compartía ideología, pero podrían atraer el voto de las clases medias y altas. Utilitarismo político con todos sus riesgos. Fabricó una especie de Arca de Noé multicolor por la variedad de los especímenes que albergó. Así fue como subieron, junto con la ministra jubilada, German Martínez Cázares, Alfonso Romo, Josefa González Blanco Ortiz Mena y otros. Olga recibió como premio una senaduría y luego la Secretaría de Gobernación, pero pronto entró en conflicto con sus compañeros de gabinete. Sus choques con el entonces titular de la Dirección de Asuntos Jurídicos de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra, fueron épicos. El presidente López Obrador decidió prescindir de los servicios de ambos. Olga volvió, resentida, al Senado. Que no sorprenda a nadie que haya alzado su voz para defender los fideicomisos del Poder Judicial, del cual sigue formando parte y recibe una abultada pensión –podría vivir muy holgadamente sin ella, por cierto–. Traición a sus intereses hubiera sido que votara a favor de la desaparición de los fideicomisos y contra sus colegas ministros, que son millonarios también. El Arca de Noé resultó de papel; en su momento fue útil, sirvió para navegar sobre las aguas agitadas de la oposición, pero se ha ido hundiendo a lo largo del sexenio. Es una lección para la abanderada de Morena, Claudia Sheinbaum.

Se divide el Poder Judicial

La presidenta de la Judicatura y de la Suprema Corte de Justicia, Norma Piña, primero dijo que sí, luego que no, al final desairó la invitación para asistir al Senado a defender sus fideicomisos. Los senadores sumaron sus votos a los de la Cámara de Diputados y deberá regresar –tarde o temprano– los recursos a la Tesorería de la Federación. Sí asistió, en cambio, el presidente del Tribunal Electoral Federal, que es el tercer pilar del Poder Judicial. El magistrado Reyes Rodríguez Mondragón dio una sorpresa. Regresará a la Tesorería 11 millones de pesos de remanentes que ya no serán depositados en un fideicomiso. Se comprometió a hacer el depósito antes de la próxima semana. El tribunal no ha suspendido labores, no tiene sindicato. Va a resultar muy complicado que la Corte falle a favor de la propia Corte cuando resuelva las controversias que han anunciado partidos políticos y legisladores de oposición.

Goteando para arriba

Impresionantes las utilidades de Walmart en el trimestre julio-septiembre: sus ventas crecieron 7.7 por ciento, a 211 mil 436 millones de pesos, y su utilidad neta fue de 13 mil 632 millones. Fácilmente llegarán al billón a finales del año. Fluye el dinero del programa de pensiones de la 4T y las remesas de los paisanos. Es el goteo de abajo hacia arriba que beneficia a los empresarios y a los consumidores.

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Familiares de Olga Sánchez Cordero que trabajan en el Poder Judicial: la hija, la hermana, seis sobrinos y sobrinas; están bien situados laboralmente en cargos públicos de alto nivel. La magistrada Paula García Villegas es hija de Olga Sánchez Cordero.

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