Difunde todo, incluso las verrugas
, le dijo a su hijo y albacea Matt Salinger
Jueves 26 de octubre de 2023, p. 4
Madrid. Matt Salinger, hijo y albacea de J.D. Salinger, informó durante una visita a España que espera que el material inédito que dejó sin publicar el autor de El guardián entre el centeno podría estar listo para ver la luz en un plazo máximo de dos años.
“Es lo que me pidió mi padre al morir y lo dijo bien claro: ‘publícalo todo, incluso las verrugas’, aludiendo a que lo feo también tendría que salir. Pero siendo sincero, hay más belleza que verruga en lo que llevo trabajando hasta ahora”, explicó Salinger en la sede de Anaya, su editorial española.
El actor y albacea ha afirmado que se trata de miles de papeles acumulados a lo largo de más de 60 años de trabajo de su padre, en lo que fue conocido como el apagón Salinger
. Levantad, carpinteros, la viga del tejado / Seymour: una introducción apareció publicado en 1963 y desde entonces J.D. Salinger sólo volvió a publicar un relato en la revista The New Yorker.
Trabajo con dictado en la transcripción de páginas y anotaciones sin descanso y calculo que un año y medio o dos faltan todavía. Un amigo actor me preguntó una vez si creía que iba a estar listo antes de que él se muriera y yo le respondí que no sabía siquiera si iba a estar listo antes de que muriera yo
, ha bromeado.
Matt Salinger, que se encuentra en España por primera vez con motivo también de los 70 años de la publicación Nueve cuentos –el primer volumen de relatos publicado por J.D. Salinger, el cual contiene su pieza corta más célebre Un día perfecto para el pez plátano
y que ahora redita Alianza en un estuche con todas sus obras–, detalló los motivos que llevaron a su padre a no publicar más en vida.
Mantuvo un conflicto interno porque quería quitarme la carga que iba a suponer. Sabía que publicar le iba a quitar tiempo para escribir y también que conllevaba una gran carga emocional: él no soportaba el proceso de publicación con los intermediarios, sólo le interesaba el contacto directo con el lector.
Pese a que Salinger no ha podido cuantificar la cantidad de libros que pueden salir de esta transcripción, sí estableció que no incluirá los relatos sueltos que se publicaron en la prensa y que se han convertido en piezas cotizadas, debido a que el propio autor llevó a los tribunales estas publicaciones. Son parte de su obra y los escribió él, pero no los incluyó porque no quería que se publicaran. Algunos de esos relatos le daban vergüenza cuando los releía
, apuntó.
No esperen un best-seller
El hijo del autor de Franny y Zooey puntualizó que en esta nueva obra el lector encontrará a “muchos Salinger, (aunque) todos irán en la misma línea de lo ya publicado. Siempre apostó por la búsqueda de unos valores importantes para él: el arte, la belleza, la amabilidad y un sentido del humor particular. Eso estará, habrá también otras sorpresas, pero que nadie espere un best-seller o el último libro publicado para tumbarse en la playa”.
Matt Salinger ha reiterado en varias ocasiones que prefiere que sean los propios libros los que hablen
de su padre, quien anduvo “toda su vida en una continua búsqueda espiritual. Fue un padre estupendo, divertido y con gran sentido del humor. Para conocerlo como persona, uno debe buscar en sus personajes infantiles
, ha indicado.
Salinger no ha rehuido de las polémicas que rodearon a su padre, como la publicación de una biografía y un documental no autorizados. “En ambas obras hay fallos porque faltan fuentes por consultar, por ejemplo los dos albaceas que hay de su obra –ellos no sabían que quedaba inédito–. Cuando me llamó Harvey Weinstein –productor del documental–, eso fue lo que le dije y supuso una decepción para él: quería un conflicto para vender un documental controvertido”.
El guardián entre el centeno y John Lennon
También se refirió al asesinato de John Lennon después de un disparo de Mark Chapman, quien cargaba en ese momento un ejemplar de El guardián entre el centeno.
Eso entristeció a mi padre, porque escribió algo para ayudar a la gente y lo retorcieron de una manera demencial. Pero no se sentía culpable porque ¿qué culpa tienes de lo que un pirado haga con tu obra?
, preguntó.