Chilpancingo, Gro., Alrededor de 2 mil personas acudieron al sepelio del dirigente y fundador de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Bruno Plácido Valerio, asesinado el martes pasado, el cual se llevó a cabo en la comunidad de Buenavista, municipio de San Luis Acatlán, ubicado en la Costa Chica de Guerrero.

Al grito de ¡viva Bruno! ¡Muera el mal gobierno!, cientos de indígenas, afromexicanos y mestizos despidieron en la comisaría de Buenavista a su dirigente. Unos 300 miembros de la UPOEG, comisarios y pobladores de comunidades aledañas formaron una valla al paso del féretro camino al camposanto.

Ahí, uno de los hombres de confianza de Plácido Valerio, compañero y cofundador de la UPOEG, Gonzalo Torres, afirmó que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en su conferencia matutina del jueves que la creación de las policías comunitarias fue un error, pero éstas, señaló Torres, se crearon y están porque las autoridades han dejado a los pueblos a merced de los grupos delincuenciales. Afirmó que en cinco años la situación sigue igual en el estado.

Previamente, Pedro Martínez Plácido, comisario del ejido de Buenavista, leyó un comunicado en el cual expresó el profundo dolor e indignación que les causó el homicidio de Bruno Plácido el pasado 17 de octubre. No le arrebataron sus ideales. Fue un luchador incansable contra las injusticias que a diario vivíamos, acotó.

A lo largo de la Costa Chica guerrerense, expresó, se ganó el reconocimiento y el respeto de las comunidades porque logró avanzar en la conformación de grupos de la policía comunitaria. Su lucha lo llevó a fundar la UPOEG, destacó.

Acusó que con su muerte quedó evidenciado el contubernio del gobierno de Guerrero y los narcotraficantes. Trabajan en concordancia para dar con el paradero exacto de las personas que les estorban para después asesinarlas; así obtuvieron la información del lugar y la hora a en que encontrarían a Bruno.

Para las comunidades indígenas, puntualizó, las condolencias de las instituciones de gobierno, como la Secretaría de Seguridad del estado, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, e incluso del Comité Directivo Estatal del PRI, son una burla, cuando lo que deberían hacer es velar por los derechos de los pueblos originarios.

Plácido Valerio fue ejecutado la tarde del 17 de octubre cuando ingresaba a la Secretaría de Salud, en donde realizaría gestiones en favor de poblados de la Costa Chica, la Montaña y la zona centro, donde la UPOEG tiene presencia.

A su vez, las cinco casas de justicia de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC) condenaron el cobarde crimen de Bruno Plácido Valerio.

En un comunicado, las sedes de San Luis Acatlán, municipio de San Luis Acatlán; Espino Blanco, en Malinaltepec; Zitlaltepec, en Metlatónoc; El Paraíso, en Ayutla de los Libres, y Caxitepec-Las Juntas, municipio de Acatepec, reconocieron la labor del líder comunitario, a pesar de las diferencias entre ambas organizaciones civiles.

Al mismo tiempo, demandaron a la Fiscalía General del Estado “una investigación pronta, exhaustiva e imparcial para el esclarecimiento del asesinato, que se detenga a los responsables y no se permita la impunidad. Enviamos nuestras más sinceras condolencias y solidaridad a su familia y amistades", concluye el comunicado.