Veinticuatro años después de su única presentación en México, la ópera en dos actos Florencia en el Amazonas, con música de Daniel Catán (1949-2011) y libreto de Marcela Fuentes-Berain, regresó este domingo al Palacio de Bellas Artes con la participación de la Compañía Nacional de Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal).

“Es una gran oportunidad para que el público se acerque a la ópera mexicana –cuya difusión ha sido una constante en esta administración– y de nuestro tiempo, con una obra cuyos méritos artísticos la han llevado a los principales escenarios del mundo”, explicó el director de Ópera de Bellas Artes, Alonso Escalante.

Florencia en el Amazonas fue realizada por encargo conjunto de la Gran Ópera de Houston, y las óperas de Los Ángeles y de Seattle. Tuvo su estreno mundial en el teatro Wortham de Houston, el 25 de octubre de 1996, mientras en México se realizó como concierto el 27 de mayo de 1999 en el Teatro del Palacio de Bellas Artes.

Sobre la coloración de la partitura, la Secretaría de Cultura (SC) federal informó que el compositor Daniel Catán pensaba que “nada es más sobrecogedor que el amanecer en la selva; el canto de los pájaros y los insectos tejiendo lentamente la más fantástica textura sonora, la resplandeciente frescura del verdor, las asombrosas formas y colores de algunas flores, el tamaño del sol.

“Estos elementos actuaron tan poderosamente en mi imaginación… Pensé en la marimba, en sus deliciosos sonidos de madera y la manera en la que podían combinarse con flautas, clarinetes y arpa. Las sonoridades de estos instrumentos me parecieron capturar el sonido del río, la manera en que cambia su timbre a medida que fluye, transformándolo todo a su paso.”

En el montaje, el realismo mágico sirve de vehículo narrativo, confiriéndole a ésta un halo de misterio que se revela al espectador paulatinamente a lo largo de su desarrollo.

La historia tiene lugar en el Amazonas, en los años 30 del siglo pasado. Un grupo de aventureros, entre los que se encuentra de incógnita la famosa cantante de ópera Florencia Grimaldi, aborda El Dorado, barco que los trasladará desde el puerto de Leticia, en Colombia, hasta Manaos, Brasil, donde la artista cantará en el teatro local, después de una larga ausencia.

La diva tiene el profundo anhelo de rencontrar a su amado Cristóbal (cazador de mariposas), a quien dejó por ir en pos de su carrera.

Una tormenta cambia el rumbo

El viaje a través del río y la selva amazónica transcurre sin contratiempos, hasta que una tormenta cambia radicalmente la atmósfera de la embarcación. Repentinamente, el estupor hace presa a los pasajeros y se propaga la noticia de que la famosa diva está a bordo. También llega a oídos de los viajeros que una epidemia de cólera se ha desatado en el puerto de arribo, aunado a que el capitán avisa que Manaos está a la vista...

Marcela Fuentes-Berain, creadora del libreto, señaló que su texto es como un regalo dedicado al escritor colombiano Gabriel García Márquez, amante de la música y la palabra. Cantar y contar es nuestro cometido, para dotar a la diva protagónica de una identidad latinoamericana y universal, añadió.

El reparto de solistas se integra por las sopranos Dhyana Arom, quien interpreta a Florencia Grimaldi, Denis Vélez (Rosalba) y la mezzosoprano Gabriela Flores (Paula). El tenor Evanivaldo Correa interpretará a Arcadio y los barítonos Carlos Arámbula, Óscar Velázquez y Armando Gama representarán los papeles de Álvaro, Ríolobo y el Capitán, respectivamente.

En el escenario se unirán el Coro del Teatro de Bellas Artes (presidido por el maestro Luis Manuel Sánchez), la Orquesta del Teatro de Bellas Artes y el maestro Iván López Reynoso, director concertador.

También participan los actores Ricardo Jesús del Castillo Ramos, Adrián Mata Jiménez, Aline Isabel Gutiérrez Márquez, Alejandra Torreblanca Gutiérrez, Sergio Elías Deras Borbolla, Germán Alejandro López Calzada, José Manuel Majul Álvarez y Viridiana Vega Luna.

Respecto de la partitura, López Reynoso destacó que en Florencia en el Amazonas, la música de Daniel Catán “transita constantemente entre los lenguajes neorrománticos, impresionistas y expresionistas.

“Se trata de una partitura poderosamente emotiva, considerada por muchos como la Madama Butterfly mexicana que lleva de la mano al espectador hacia un viaje emocional que utiliza como recurso constante el leitmotiv para hacer referencia a personajes, lugares, sensaciones y atmósferas.

La presencia protagónica del agua en la escritura musical nos hace pensar que la esencia misma de la obra es igualmente líquida: incontenible, fluida, en movimiento constante y llena de vida.

La SC, por conducto del Inbal, puntualizó que para dar vida a esta obra se conjuntó un equipo creativo de primer orden, con Enrique Singer en la dirección escénica; Philippe Amand, diseñador de escenografía e iluminación; Estela Fagoaga, vestuario; Cinthia Muñoz, responsable del maquillaje y peluquería, y Pablo Corkidi, diseñador de video.

Para Singer, su mayor reto en esta puesta en escena es ilustrar el periplo de la vida hacia la muerte que emprende un grupo de personas, a bordo de una embarcación, en el que el río Amazonas es la ruta y un personaje omnipresente.

El resto de las funciones de Florencia en el Amazonas serán el 10, 12 y 15 de octubre a las 17 horas, en el Palacio de Bellas Artes (avenida Juárez y Eje Central Lázaro Cárdenas).

Las localidades, que oscilan entre 150 y 650 pesos, se pueden adquirir en Ticketmaster. Habrá descuentos de 50 por ciento a los adultos mayores, profesores y estudiantes.