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El asesino de Colosio, narcisista, antisocial, obsesivo y paranoico

Mario Aburto va a cumplir 30 años preso, más de los que estuvo en libertad

 
Periódico La Jornada
Domingo 8 de octubre de 2023, p. 14

A sus 53 años, Mario Aburto Martínez ha pasado más tiempo de su vida en prisiones de máxima seguridad que en libertad. Originario de Michoacán, nació en 1971 con retraso sicomotriz y durante su crecimiento enfrentó problemas de lenguaje. Siempre fue considerado una persona irritable, violenta, fantasiosa. A los 20 años le gustaba impresionar a niñas de 12. En 1988 llegó a Tijuana, Baja California, y seis años después asesinaría a Luis Donaldo Colosio Murrieta, entonces candidato del PRI a la Presidencia de la República.

Va a cumplir 30 años preso por ese homicidio y gracias a un recurso de amparo podría recuperar su libertad en los próximos meses.

De acuerdo con los datos que obran en la averiguación previa 739/94, Mario Aburto fue sometido a exámenes siquiátricos y conductuales; los resultados fueron los de una persona con rasgos antisociales, paranoides y obsesivos.

Según un reporte de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), Aburto expresó voluntariamente “que efectivamente él accionó la pistola tipo revólver calibre 38 especial (…) confesando que disparó contra el candidato del PRI ‘porque de acuerdo a sus ideas personales quería evitar hechos que pudieran pasar, semejantes a los que ocurrieron en Chiapas’”.

En su primera declaración, rendida el 23 de marzo de 1994 a las 19:00 horas (tiempo local), Mario Aburto aseguró: “tenía tiempo de venirse preparando, para herir al candidato (…) para lograr la atención de la prensa y exponer ante ellos sus ideas pacifistas, así como la información que tiene consigo de diversos grupos armados que se encuentran en diversos estados de la República”.

En la indagatoria se designaron cinco fiscales especiales, el primero de los cuales fue el jurista Diego Valadés y en cuya gestión no hubo hilo conductor, no se preservó el lugar de los hechos, los peritos no tenían ni brújula ni cintas métricas cuando realizaron la reconstrucción, y se perdieron indicios.

El segundo fiscal fue Miguel Montes, quien señaló que la víctima giró 90 grados y se desarrollaron estudios sobre la personalidad de Aburto y que se trató de un asesino solitario.

En tercer lugar se hizo cargo de la indagatoria Olga Islas, con ella se cerraron 23 de las 37 líneas de investigación iniciales y logró la condena de 45 años de prisión para Aburto.

El cuarto fiscal fue Pablo Chapa Bezanilla, quien construyó la teoría del entorno político y el complot en el homicidio. A su vez, Luis Raúl González Pérez archivó el caso en 2000 y concluyó que se trató de un asesino solitario, con lo que cerró las hipótesis de un complot político.

En febrero de este año se reabrió el caso Colosio, esta vez con la hipótesis de un complot, una acción concertada, contraria a la del asesino solitario. Tenemos que hablar de una acción concertada y tenemos que manejar con sigilo nuestras investigaciones. Estamos abriendo esta (hipótesis) y por lo complejo y político que es este caso nos tenemos que blindar, dijo en abril en entrevista a La Jornada el fiscal especial para esta indagatoria, Abel Galván Gallardo.

Durante los últimos 29 años, en el expediente existen tres estudios relacionados con la personalidad y estado sicológico de Mario Aburto, que lo señalan como una persona narcisista, antisocial y de poca tolerancia a la frustración; es paranoico y sociópata, y debe recibir tratamiento siquiátrico, pues es capaz de realizar acciones impulsivas.