Los Leones de Detroit salieron con la determinación necesaria para ganar un duelo divisional y colocarse de líderes del Norte de la Nacional con récord de 3-1. Se impusieron de visita 34-20 a los Empacado-res de Green Bay, que por muchos años fueron un rival que parecía inalcanzable, pero en los últimos enfrentamientos no han podido vencer a los de Michigan.

Durante la primera mitad, la ofensiva de los Empacadores comandada por Jordan Love fue limitada a tan sólo 50 yardas por aire y siete por acarreo con una intercepción. Solamente pudieron concretar tres puntos en sus primeros ataques, gracias a un gol de campo de Anders Carson.

El enfrentamiento se volvió una completa pesadilla para los dirigidos por Matt LaFleur, puesto que los Leones con Jared Goff en los controles anotaron 27 puntos sin respuesta, sus múltiples armas a la ofensiva se dieron un festín como buenos depredadores en la sabana, pero esta vez en el Lambeau Field.

Con un par de anotaciones por tierra de David Montgomery, junto a una adicional del receptor Amon-Ra St.Brown, tras un pase de Goff y tres goles de campo, fue con lo que los dirigidos por Dan Campbell llegaron al descanso con una cómoda ventaja de 24 puntos.

Con la primera serie ofensiva del tercer cuarto, Love conectó su primer pase de anotación con Christian Watson, quien entró a las diagonales para acercar a los Cabeza de Queso con la conversión.

Los fantasmas para los Leones se hacían presentes, era inevitable no recordar los enfrentamientos que estuvieron cerca de liquidar a su máximo rival y no pudieron concretar. Como en el juego de temporada regular en 2016, cuando Aaron Rodgers conectó un pa-se de más de 60 yardas en este mismo recinto para darles el triunfo a los de Wisconsin.

El agobio amarillo y verde fue importante, Love consiguió llegar a las diagonales para reducir la ventaja a tan sólo 10 puntos, la tarea consistía sólo en detener a la ofensiva rival. Pero un error de los equipos especiales, cuando Detroit iba a conectar un gol de campo propició que el sueño de una remontada no fue-ra posible y se convirtió en la última anotación de la noche y la tercera de Montgomery.