Mientras clubes como el Querétaro acusan al arbitraje de plegarse a los intereses del América, con criterios que marcan partidos o silbantes que no tienen los pantalones para aplicar el reglamento –de acuerdo con el técnico de Gallos Mauro Gerk–, en Coapa ningún jugador se siente aludido.

Si existiera ayuda, el América sería campeón cada seis meses, ¿no? Pero no es así, responde con ironía el portero Luis Ángel Malagón, en un debate abierto acerca del gol de Igor Lichnovsky y una presunta falta antes de su remate sobre Emanuel Gularte, zaguero de los queretanos.

Según las imágenes difundidas en la transmisión del juego, el chileno se recargó en Gularte para conectar de cabeza un tiro de esquina, con el que las Águilas dieron vuelta al partido y sumaron una nueva victoria. La gente de afue-ra puede opinar lo que quiera, nosotros no caemos en provocaciones, advierte Malagón con la intención de dar el caso por cerrado.

No creo que sea ayuda. La gente encargada de eso (árbitros) es la que decide, nadie te dice si te favorecen o perjudican. Es la primera vez que me toca estar aquí y me entero de temas que no están dentro de nuestro enfoque. Las críticas siempre van a existir, nosotros debemos hacernos fuertes. Eso es lo único que nos toca, lo de afuera no lo podemos cambiar.

Con el resultado conseguido en el estadio Corregidora, el equipo que dirige el brasileño André Jardine alcanzó el primer lugar de la Liga Mx por delante del Atlético de San Luis, Bravos de Juárez y Tigres. Lo que resta ahora –asegura Malagón– es cambiar el estado de ánimo de sus aficionados, quienes han apuntado con resonantes abucheos a elementos como Miguel Layún, Salvador Reyes y Sebastián Cáceres.

Tenemos que estar unidos y trabajar, sólo así podremos solucionar las cosas, expone el seleccionado de 26 años. Confío en todos mis compañeros, más en la línea defensiva. En la etapa final del torneo es donde debes marcar diferencia, llegar a la liguilla y ganar las finales. Todo eso lo tenemos en mente. Hay momentos buenos y malos, pero estamos juntos.

A varios kilómetros de allí, en La Noria, el capitán paraguayo Juan Escobar reconoce que el paso de Cruz Azul en los últimos lugares del torneo tiene a sus compañeros en una situación al límite.

Esta es una institución grande, estamos conscientes de eso. No sé si se trate de vergüenza deportiva, pero como le dije a ellos: todavía tenemos posibilidad de entrar entre los primeros cuatro. Debemos dejar atrás lo que estábamos haciendo mal y enfocarnos en lo que viene. Ya no podemos regalar nada, indica.

La Máquina suma apenas un triunfo en ocho partidos. El domingo, en el estadio Azteca, su siguiente oportunidad es contra Gallos, un rival fuerte, que corre bastante y pelea todas las pelotas como si fuera la última, define el paraguayo. Pero podemos sacar un resultado positivo, porque estamos con la confianza de contar otra historia digna dentro del club.