Cada vez es más común que líderes de opinión y políticos de diversos países utilicen un discurso de odio hacia los migrantes, con el cual se incita a la xenofobia, expuso Josep Herreros, representante adjunto del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en México.

En el conversatorio Derecho a migrar y violaciones graves a derechos humanos, organizado por la Dimensión Episcopal de Pastoral de Movilidad Humana, indicó que el tema se politiza, sobre todo en los denominados países desarrollados, que ponen numerosas trabas a las personas en tránsito.

Añadió que, en las actuales condiciones económicas, sociales y climáticas, la migración no es una elección, es una imposición, y en tal sentido lamentó lo ocurrido en la sede de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) en Tapachula, Chiapas, adonde llegaron miles de indocumentados en busca de tramitar un permiso de estancia temporal.

“Los flujos de migración, refugiados y desplazados no paran de aumentar; eso es lo dramático. Lo vemos en los números que está registrando la Comar, no paran de subir. En la mañana había frente a la Comar en Tapachula unas 4 mil personas: niñas, niños, mujeres y hombres intentando lograr un papel.

Unos pidiendo refugio en México, otros pidiendo un papel para poder transitar por el país y llegar a Estados Unidos, y había ocho funcionarios de la Comar haciendo lo que podían, porque no tienen más recursos.

Expuso que debido a que los flujos van al alza, los albergues están saturados y muchas personas en movilidad quedan en situación de calle. En Tláhuac creo que hay 700 personas diariamente, y si uno va a cualquier albergue de México se los encuentra abarrotados y con gente esperando afuera.

Alberto Anguiano, rector de la Universidad Pontificia de México, donde se realizó el encuentro, indicó: es claro que cuando hoy cientos de miles de personas no son libres de migrar o quedarse, esta tragedia se recrudece y precisó que más de 100 mil extranjeros, hasta agosto pasado, han pedido refugio en México, y se espera que a finales de este año las solicitudes lleguen a sumar un total de 150 mil, rebasando el récord de 129 mil de 2021.

El obispo emérito de Coahuila, Raúl Vera, coincidió en que la migración ya no se trata de una elección, es una imposición, y enerva cómo se ponen de acuerdo los estados para no recibirlos, como hacen los europeos. Estos signos que vemos del trato a la persona humana con tanto desdén.

Aseveró que la migración es producto de una deshumanización, de una desarticulación del mundo, donde ya no se transforma la tierra para mantener a los seres humanos con vida digna, ahora se utiliza para enriquecerse y convertirse en archimillonarios.