Nueva Delhi. India expulsó ayer a un diplomático canadiense y acusó a ese país de injerencia en sus asuntos internos, agravando una confrontación entre las dos naciones por acusaciones de que el gobierno indio pudo estar involucrado en el asesinato de un activista sij.

El premier canadiense, Justin Trudeau, aseguró ayer que Canadá no está buscando escalar tensiones, pero pidió a India tomar en serio el asesinato de Hardeep Singh Nijjar, luego de que el gobierno indio calificó de absurdas las acusaciones de que estuvo involucrado en el crimen.

Trudeau indicó que su gobierno investiga denuncias de que India estuvo involucrada en el asesinato de Niijar, de 45 años, quien fue acribillado en junio en la Columbia Británica. Debido a ello, el lunes Canadá expulsó a un diplomático indio.

Trudeau tuvo tensos encuentros con el primer ministro indio, Narendra Modi, en la cumbre del G-20 en Nueva Delhi, y días después, Canadá canceló una misión comercial que iba a ir a la India en los próximos meses.

El movimiento en favor de una patria independiente, conocida como Jalistán, ha sido reprimido por el gobierno de India desde la década de los 80, cuando estalló una insurgencia sij que duró más de 10 años. Fue aplastada con una represión que causó miles de muertes.

Nijjar, ciudadano canadiense, era buscado por las autoridades indias que desde años lo acusaban de tener vínculos con el terrorismo y ofrecían una recompensa en efectivo por cualquier información que llevara a su arresto. El activista negó las acusaciones y trabajaba con un grupo conocido como Sijs por la Justicia.