El regreso de los Vaqueros a casa hizo vibrar a más de 80 mil seguidores ávidos de que su equipo retome las épocas gloriosas. Veintisiete años sin un Supertazón es la cuenta pendiente que tiene la Estrella Solitaria con su afición. Y ni así, los fanáticos dejaron de abarrotar ayer las gradas. Incluso, ni Gianni Infantino, presidente de la FIFA, se perdió la cita en el AT&T Stadium.

Los Vaqueros comprenden la deuda que tienen con los suyos, y al menos dieron una probada de lo competitivo que será este plantel.

Tras la apaleada que le propinaron a los Gigantes (40-0), los dirigidos por Mike McCarthy se ensañaron por segunda semana consecutiva contra otra escuadra neoyorquina. Esta vez le tocó a los Jets, que sin Aaron Rodgers, sufrieron su ausencia y fueron arrollados por pizarra de 30-10.

Dak Prescott soltó el brazo y logró sus primeros dos envíos a las diagonales, mientras que Brandon Aubrey, novato de 28 años, se destapó con cinco goles de campo. La mitad de los puntos fueron de Aubrey, un ex futbolista queno pudo debutar en la MLS y que llegó como un desconocido a la NFL, luego de que hace dos años decidiera probar suerte en una liga menor de Estados Unidos. Ayer estuvo en un escenario imponente y no se achicó. Al contrario, parecía un viejo lobo de mar, como si fuera un jugador de más de 100 partidos. Así, Aubrey se fue ovacionado por un público que aplaudió no sólo su actuación, sino el descubrimiento que hicieron los Vaqueros en una posición enla que han sufrido para encontrar a un pateador de garantía.

En Los Ángeles, los 49ers demostraron por qué son candidatos al Supertazón. La nueva víctima fueron los Rams, que cayeron 30-23. Tres touchdowns por tierra y una defensiva que interceptó en un par de ocasiones, encaminaron la conquista de los gambusinos.

Patrick Mahomes, por otra parte, se quitó presión con la primera victoria de los Jefes en la temporada. Sin embargo, no fue un domingo fácil para el mariscal de campo, que lanzó dos pases de anotación en el triunfo de Kansas City (17-9) sobre los Jaguares. Los campeones tuvieron que lidiar con los 45 grados de temperatura que se registraron en Jacksonville. Aún con condiciones adversas, Mahomes se combinó con Travis Kelce y Skyy Moore, en un partido donde el lanzador atravesó por varios apuros debido al ataque limitado con el que cuenta.

Búfalo, en cambio, puso las cosas en claro. El descalabro que sufrieron contra los Jets no mermó en su autoestima ni en sus aspiraciones por el título, y ayer lo confirmaron con la humillación a los Raiders de Las Vegas, por 38-10. Josh Allen guió a los Bills con tres envíos a las diagonales, mientras que su contraparte, Jimmy Garoppolo, levantó más dudas que certezas con su poca producción a la ofensiva y sus dos intercepciones.

A diferencia de Kansas y Búfalo, los Bengalíes, otro de los candidatos a la corona, encajaron su segunda derrota consecutiva, y en una nota aún más preocupante, su líder Joe Burrow agravó su lesión en la pantorrilla. En una contienda de quarterbacks con contratos millonarios, Lamar Jackson, con los Cuervos, le ganó la partida a Burrow. Fue un enfrentamiento dramático hasta el desenlace; sin embargo, Baltimore se impuso 27-24. Burrow salió del juego con dolor en la zonapero pidió tiempo para saber si estará disponible contra los Rams.

Una de las jugadas que causó impacto fue la caída del novato Anthony Richardson. El mariscal de los Potros de Indianápolis sufrió un golpe en la parte posterior de la cabeza en la celebración de su segunda anotación por tierra. Fue examinado y se marchó al vestuario. Gardner Minshew lo sustituyó e Indianápolis doblegó 31-20 a los Texanos de Houston.

Otros resultados: Empacadores 24-25 Halcones, Cargadores 24- 27 Titanes, Seattle 37-31 Leones, Osos 17- 27 Bucaneros, Comandantes 35-33 Broncos y Patriotas 17-24 Miami.