Resolver la violencia de género y corregir la burocracia en los trámites académicos, así como reducir los años de las carreras y flexibilizar las materias de las licenciatura, son algunos de los temas que abordan los proyectos de los 17 aspirantes a la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para el periodo 2023-2027.

Pese a algunas excepciones, la mayoría de los candidatos que entregaron sus propuestas de trabajo para contender por este cargo coincidieron en rubros que más preocupan a la comunidad universitaria, especialmente el que ha detonado paros en el año reciente en la institución que es la violencia de género, la cual antes no se había visibilizado en estas dimensiones.

Casi todos los aspirantes proponen acciones para resolver y erradicar el acoso y hostigamiento hacia las mujeres, reducir la burocracia en los trámites académicos, defender la autonomía, mejorar los salarios de los maestros de asignatura, atender la salud mental de los estudiantes, aplicar reformas a los planes de estudio, reforzar la investigación y brindar espacios libres de inseguridad y violencias.

Una revisión que hizo este diario a los proyectos de cada uno de los 17 aspirantes a suceder al rector Enrique Graue detectó que los ocho rubros antes mencionados son los que más desarrollan en sus propuestas, lo cual muestra que la mayoría tienen un pulso similar de la situación que prevalece en la institución.

De los 17 trabajos entregados a la junta de gobierno como parte del primer filtro para elegir a los finalistas, 14 aspirantes incluyen un apartado dedicado a la defensa de la autonomía, pues consideran que es vital para mantener la estabilidad de esta casa de estudios y que, al mismo tiempo, siga contribuyendo al desarrollo del país.

En distintas extensiones en sus proyectos y con diferentes palabras, los 14 aspirantes que abordan la autonomía destacan que ésta implica una sana relación entre la institución, el Estado mexicano y la sociedad, lo cual garantiza la credibilidad que caracteriza a la UNAM.

En el rubro de reformar planes de estudio, poco más de la mitad de los aspirantes proponen hacer ajustes de fondo, así como establecer una formación académica más acorde con la realidad, en la que aprovechen las ventajas que ofrece la tecnología, además de la flexibilidad en las materias y cursos para que éstos no sean de una sola facultad o escuela.

Dentro de esta flexibilización, la investigadora titular del Centro de Ciencias Genómicas, Esperanza Martínez Romero, considera que es necesario reducir el tiempo en que se cursan las licenciaturas e ingeniería, a fin de bajar la deserción y dar cabida a los alumnos de nuevo ingreso, para lo cual es necesario eliminar asignaturas que perdieron vigencia para la actual formación, ya que considera que hay materias no actualizadas y, por ende, desvinculadas de la realidad.

De los 17 aspirantes, 13 señalan que buscarán agilizar los trámites académicos, porque suelen ser muy engorrosos, como ejemplo, destacan que para la titulación el proceso es muy lento y podrían hacerse de manera paralela y no secuencial.

Las secuelas de la pandemia no son indiferentes para los 17 candidatos, quienes abordan la necesidad de priorizar programas de salud mental para los estudiantes, quienes resultaron más afectados por el encierro de dos o tres años, por lo que en sus proyectos hablan de establecer mecanismos y estrategias de bienestar, atención a la depresión, estrés y ansiedad, debido a que perciben en los alumnos situaciones que no eran tan marcadas antes de esta crisis sanitaria mundial.