El alza en el precio de algunos bienes energéticos y los fuertes incrementos en productos agropecuarios no lograron frenar en agosto el proceso de desinflación en México, según datos oficiales publicados este jueves.

La inflación general anual cayó a 4.64 por ciento en agosto, menor a la de 4.79 por ciento de julio e hiló siete meses de desaceleración, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El comportamiento general de la inflación en el país el mes pasado estuvo determinado por el aumento de los energéticos, con alzas desde la primera mitad de agosto, en parte por el fin de las tarifas eléctricas especiales que se suelen aplicar en el verano en algunas regiones del país. También influyeron mayores precios en educación, por el inicio del ciclo escolar, y alimentos frescos. Lo anterior se vio parcialmente compensado por caídas en las categorías turísticas por el término de las vacaciones de verano. Los servicios se moderaron un poco en agosto, pero siguen sin mostrar un claro descenso.

La tasa de inflación anual de agosto fue la más baja desde febrero de 2021, pero hiló 30 meses por arriba del objetivo del Banco de México (BdeM), de entre 3 y 4 por ciento.

En particular durante agosto, la inflación mensual fue de 0.55 por ciento, respecto del nivel de julio, con lo que el dato anual se situó en 4.64 por ciento, ligeramente por arriba de la estimación que tenía el consenso de los participantes de la encuesta de Citibanamex, que esperaban un dato mensual de 0.53 por ciento y de 4.61 por ciento anual.

Dentro de los productos con mayor incidencia en la inflación están el jitomate, con una variación mensual de 31.73 por ciento, mientras el gas doméstico LP subió 6.24 por ciento; la cebolla, 30.54; la gasolina de bajo octanaje, 0.64; loncherías, fondas, torterías y taquerías, 0.61; universidad, 2.22; electricidad, 1.45, y otras frutas, 6.2 por ciento.

Del otro lado, los productos con precios a la baja fueron la papa y otros tubérculos, con descenso de 8.64 por ciento; transporte aéreo, 12.8; chayote, 21.25; servicios turísticos en paquete, 5.23; naranja, pollo, huevo, 5.01, 0.75 y 0.63 por ciento, respectivamente.

Repunte en productos agropecuarios

El índice de precios subyacente, que determina la trayectoria de la inflación general a mediano y largo plazos y que excluye elementos volátiles como los alimentos y la energía, se ubicó de forma mensual en 0.27 por ciento y de forma anual se redujo de 6.64 por ciento a 6.08 por ciento de julio a agosto, por lo que creció a su menor ritmo desde diciembre de 2021.

Dentro del índice subyacente, a tasa mensual, los precios de las mercancías se incrementaron 0.24 por ciento, tras 0.31 por ciento mensual de julio, mientras los servicios se ubicaron en 0.31 por ciento, luego de su avance previo de 0.49. Respecto al mismo mes de 2022, las mercancías se desaceleraron a 6.86 por ciento y los servicios a 5.15 por ciento, luego de que en julio el aumento fue de 7.82 y 5.24 por ciento, en ese orden.

Por otro lado, el índice de precios no subyacente, que incluye productos agropecuarios y energéticos, se aceleró en agosto a 1.44 por ciento mensual, luego del avance de 0.77 por ciento de julio; en la serie anual aumentó 0.37 por ciento en agosto, tras la reducción de 0.67 por ciento anual previa.

Los precios del renglón de productos agropecuarios se dispararon 3.94 por ciento anual, luego del 1.9 por ciento previo; por su parte, las frutas ascendieron a 8.15 por ciento, y las tarifas autorizadas por el gobierno subieron 5.24 por ciento anual. Lo anterior, debido a que mayores precios internacionales del petróleo ocasionaron un rebote en bienes energéticos.

En agosto de 2023, el Índice Nacional de Precios Productor (INPP) total, incluyendo petróleo, aumentó 0.53 por ciento a tasa mensual y 0.05 por ciento anual, su primer incremento interanual, aunque marginal en tres lecturas, por una base comparativa menos elevada y ante mayores precios del petróleo. El costo de bienes destinados al consumo final se aceleró de 4.73 a 4.82 por ciento anual.

Se aleja recorte de tasas

Dados los riesgos al alza en la inflación que se avecinan para la recta final del año, el consenso del mercado planteó la posibilidad de que el Banco de México comience a bajar tasas hasta febrero de 2024, aunque todavía hay analistas que prevén recortes de la tasa a finales de este año.