Las esperanzas se fueron desvaneciendo con cada actuación que entregó la selección mexicana en su regreso a la Copa del Mundo de Basquetbol.

La encomienda era avanzar a los octavos de final, pero con una eliminación temprana, el objetivo quedó lejos.

La desilusión fue rotunda con las tres derrotas que hilvanaron los 12 Guerreros, la última contra Egipto, que pese a llegar sin posibilidades de avanzar a la siguiente ronda, se fue con una victoria abultada de 28 puntos de diferencia, la peor para el tricolor en la competencia.

No tomamos con seriedad el partido, aseguró el técnico Omar Quintero Pereda, quien mostró vergüenza deportiva en un enfrentamiento en el que los Faraones se impusieron 100-72.

Con desilusión y molestia en el rostro, Quintero Pereda exhibió su inconformidad ante el bajo rendimiento de sus pupilos. La extrañeza del coach fue mayor por la bipolaridad que reflejó su equipo. A su parecer, no desplegaron la misma garra que manifestaron cuando consiguieron su pase a la Copa del Mundo.

“A nombre del cuerpo técnico y del staff les pedimos una disculpa porque éste no es el equipo de México que jugó en el clasificatorio”, expresó el entrenador.

Sus palabras no fueron de aliento hacia los suyos: todo lo contrario. Buscó mover todo tipo de emociones pensando en lo que ésta selección buscará posteriormente, el pase a los Juegos Olímpicos.

Nos faltó energía, no puede ser lo que nos pasó (...) Es increíble, y se demuestra que hay falta de orgullo y de corazón, sentenció. Lo hablamos, que estábamos peleando por ir por un lugar al preolímpico y salimos desconectados, agregó.

La expectativa era resarcir la imagen de México en un torneo en que se contabilizan pocas participaciones: seis en total. El certamen que se realizó en Filipinas, Indonesia y Japón era apenas el segundo para los tricolores en 50 años. Incluso se planificó una larga gira de preparación en México, Jordania y Emiratos Árabes.

Sin embargo, el ritmo que se pensó podía ganarse con estos ensayos no se vio reflejado en el actuar mexicano, que cayó ante Montenegro (91-71), Lituania (96-66) y Egipto por una diferencia de doble dígito en cada uno de estos encuentros.