Beatriz Paredes: estamos jodidas
// Alito esboza declinación // Modelo patriarcal de arreglos
// Xóchitl: larga fila de cruces
penas este sábado en Mérida, durante el último de los foros regionales que organizó el Frente Amplio por México, la aspirante Beatriz Paredes abordó el tema del elefante en la sala: decidí no declinar, porque comprometerme con un proceso tiene que ver con entender la naturaleza del Frente Amplio, tiene que ver con entender que estamos cambiando la historia de cómo se hace política en México
. Y agregó un esbozo de sentencia que este miércoles se sabrá si se cumple: porque si las mujeres vamos a repetir el modelo patriarcal de los arreglos, perdónenme, ¡estamos jodidas!
La oratoria preventiva de la priísta, que lleva medio siglo en cargos y representaciones, pareció haberse producido con intención de dique ante lo que ya preparaba Alejandro Moreno, presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y este lunes dio a conocer: que Paredes no ha avanzado en las encuestas, que la élite tricolor informará de una decisión tomada este miércoles y que lo sustancial es tener una candidatura competitiva contra Morena y sus aliados. ¿Declinará Beatriz?, se le preguntó a Alito y éste dio vueltas sin negar la especie que de inmediato se esparció.
En caso de consumarse lo que el dirigente nacional del PRI ha esbozado quedaría de manifiesto que el proceso de instalación de Xóchitl Gálvez ha sido una farsa, sin pizca de participación real de la sociedad civil
, tomadas las decisiones por las élites partidistas y eludida significativamente la posibilidad de una amplia y real competencia interna.
Ya a estas alturas, la construcción de la candidatura de Xóchitl implica una fila de adversarios internos caídos en aras de blindar un triunfo
predeterminado: el panismo empujó a Santiago Creel a declinar, para no dividir
el voto blanquiazul; el PRD, al que ni siquiera dejaron contar con aspirantes (Silvano Aureoles y Miguel Ángel Mancera), acabó decantándose abiertamente por Xóchitl, y el PRI, luego de que cerraron el paso a Enrique de la Madrid, ahora está valorando la posibilidad de desmontar a la política tlaxcalteca.
Las burdas maniobras cupulares para limpiar el camino a Xóchitl y dejarla como aspirante única no se compaginan con la narrativa de medios nacionales y extranjeros que proclaman la irrupción de un fenómeno
social y electoral apellidado Gálvez. Los obstáculos
que le han quitado hasta ahora confirman que el fenómeno
es inflado.
En particular resalta que Beatriz Paredes haya podido situarse casi a la par de Xóchitl en encuestas de opinión demoscópica y cuentas internas del Frente Amplio. Mucho se ha hablado de la fuerza de las estructuras
de un partido, el Revolucionario Institucional, que habría generado un apoyo a Paredes que los estrategas frentistas no esperaban y que han temido se repita en la fase final. Vaya ironía: la representante del partido social y electoralmente más repudiado casi habría empatado a la revelación
del año, la senadora hidalguense que, además, ha mostrado su falta de oficio político e incluso ignorancia frente a la experimentada priísta.
Ese PRI peligroso
para el plan xochitleco está en su peor momento, dividido (la más reciente escisión fue encabezada por el ex secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong), con un liderazgo sumamente impugnado y colindante con lo judicial, con fracciones legislativas muy reducidas y sólo dos gobiernos estatales en curso (Durango y Coahuila) y otro de salida (el estado de México).
Ya se sabrá este miércoles si los retobos sabatinos de Paredes se convierten en aplastante realidad: el patriarcado representado por Alito Moreno anunciará la suerte de la retadora inconveniente. Repetido que fuera el modelo patriarcal de los arreglos
, Beatriz podría confirmar: ¡estamos jodidas!
.
Y, mientras Mario Delgado jura y perjura que son inalterables las encuestas finales para definir ganador o ganadora en el proceso de Morena y aliados, ¡hasta mañana!
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