Domingo 27 de agosto de 2023, p. 7
En la víspera del comienzo del ciclo escolar, Juan Martín Pérez García, coordinador de Tejiendo Redes Infancia Latinoamérica y el Caribe, consideró que para realizar un cambio tan radical en materia educativa, como el que se plantea actualmente, y que suena bien, por aspectos como el incentivo a la no memorización, sino al pensamiento crítico y la educación popular, se requería un proceso largo de preparación para los maestros y las maestras, y eso no ocurrió
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Indicó que, ante esa deficiencia, lo que puede suceder es que frente a lo desconocido los docentes no usen los libros de texto gratuitos
y se entre en una lógica de simulación, en la que los que van a volver a perder son los niños, niñas y adolescentes
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Explicó a La Jornada que muchos profesores no se van a atrever a hacer algo que no conocen, y van a recurrir a lo habitual, porque es lo que dominan; incluso en un estado estaban pidiendo recuperar los libros viejos
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En el contexto del debate que se ha desatado en torno a los materiales educativos y la contaminación con el tema electoral, estimó que ahora se tiene un problema mayor porque la ultraderecha, que además tiene muchas fuerza con las uniones padres de familia, encontró el pastito seco perfecto para armar un incendio, ya a eso se suma que hay una televisora en campaña permanente; así la polarización y el debate ideológico vuelven a extraviar el debate, y los libros es lo que menos les importa
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Calidad no es homogénea
En cuanto a los volúmenes, expuso que su construcción se ve y se refleja irregular, y en calidad no son homogéneos
, por lo que lo ideal para esta generación de estudiantes sería hacer libros anexos que complementen
y que las autoridades educativas y expertos pedagogos, durante este año escolar, se dedicaran a relaborar todo el proceso, sobre la base de esos libros, que se pueden ajustar y mejorar
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Tras analizar el material, dijo que algunos “son muy irregulares; en un solo libro puedes encontrar cosas muy buenas y de mucha calidad, y otras que son profundamente lamentables, desde cómo están escritas hasta en el diseño.
Lo que es muy evidente es que armaron equipos; todo mundo mandó su parte y alguien integró. No le pasaron revisión editorial, no cuidaron la edición y por eso saltan errores, algunos hasta absurdos. Se ve como si fuera un rompecabezas que trataron de pegar
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