Morelia, Mich., La mayoría de los productores de limón de Apatzingán y Buenavista suspendieron el corte y la venta del cítrico desde hace tres días, luego de que el crimen organizado anunció que el cobro de piso se incrementó de 20 centavos a un peso por kilo; sólo estos dos municipios cultivan el fruto en más de 42 mil hectáreas.

El kilo de limón se vende en la empacadora en 7 pesos, y la caja de 20 kilogramos en 12 pesos, aunque la mayoría de las veces en cada municipio los precios cambian un poco y todos los días puede variar, comentaron productores de Apatzingán.

El presidente municipal de Buenavista, el morenista Sergio Báez, comentó que desde el 16 de agosto pasado no abrieron cinco empacadoras en las tenencias de Santa Ana Amatlán y Pinzándaro pero en La Ruana, las dos que se encuentran en esa localidad abrieron de manera regular.

La inconformidad de la gente del campo de esa región de Tierra Caliente se debe a que buena parte de las empacadoras están en manos del crimen organizado, expresó un hombre de campo.

Ellos deciden cuándo se corta y a qué precio se paga el cítrico, señaló un productor de Apatzingán, aunque reiteradamente lo denunció el ex líder del grupo de autodefensa de La Ruana, Hipólito Mora, recién fallecido, y quien era productor de limón.

Injerencia del crimen organizado

Desde hace unos 13 años, el grupo delictivo La familia michoacana comenzó con el cobro de cuotas a los productores del cítrico.

“Después fueron los grupos de autodefensa que surgieron en 2013 para financiar el movimiento, y más tarde Los templarios, una temporada el cártel Jalisco Nueva Generación, y actualmente están Los viagras, todos del crimen organizado, señalaron propietarios de huertas de limón.

Los productores de Buenavista comentaron que el cobro de cuotas no es nuevo. En 2010, Jesús El Chango Méndez, entonces capo de la La familia, tomó el control de esta región y ordenó que sólo cortaran el cítrico en ciertas horas y días de la semana.

Advirtió que a quien se sorprendiera laborando fuera de los horarios marcados se le impondría una sanción de 5 mil pesos; si reincidía, de 10 mil, y si de nuevo lo hacía se le aplicaría un castigo corporal.

En dicho municipio hay 22 empacadoras y en Apatzingán otra cantidad similar, y la mayoría tiene detenidas sus actividades. Según el edil Sergio Báez la situación está tranquila, y en Buenavista hay una base de operaciones interinstitucionales que realiza labores de vigilancia en toda esa zona.

Parácuaro, Aguililla, Múgica, Tepalcatepec, Apatzingán y Buenavista produjeron en 2022 más de 850 mil toneladas de limón, y la mayoría sale de las huertas de las tres últimas demarcaciones.

Tras el levantamiento armado de grupos de autodefensa que concluyó oficialmente en 2014, se deterioró la estructura de todo lo que tiene que ver con seguridad, aseguró el alcalde de Buenavista. Grupos civiles asumieron obligaciones que competen al gobierno. Hubo una distorsión o una idea equivocada de lo que debería ser.

El levantamiento de las autodefensas y el arribo de gente ajena a este municipio no resultó como se esperaba: reprodujeron reglas muy parecidas a las que decían combatir, a través del temor y la fuerza, incluso desplazaron en varias tenencias a la policía local, y prueba de ello es que la policía de Buenavista fue replegada a la cabecera municipal, subrayó Báez.