Será mayor el reto de reducir emisiones
Miércoles 16 de agosto de 2023, p. 17
Querétaro, Qro., México no tendrá futuro sin un esquema de impuestos de carbono y un mercado del mineral, oficial y con reconocimiento internacional, debido a que aumentará el rastro de gases de efecto invernadero (GEI) por la relocalización de empresas (nearshoring).
Si dudar de los beneficios del crecimiento y desarrollo económicos que traerá el nearshoring, México es una economía altamente afectada por el cambio climático, por lo que la relocalización es un reto en materia ambiental, porque aumentará las emisiones de dióxido de carbono e incrementará el consumo del agua y recursos naturales, por lo que se tendrá un impacto ambiental.
Eduardo Piquero, director de México2, la plataforma de mercados ambientales del Grupo Bolsa Mexicana de Valores, sostuvo que la Federación tenía contemplado reducir las emisiones de carbono, pero no esperó que otras (industrias de otros países) las iban a aumentar.
México se comprometió a aumentar su objetivo de reducción de emisiones de GEI para pasar de un 22 por ciento (objetivo establecido en 2015) a un 35 por ciento para 2030 para acelerar la transición energética en Norteamérica.
No obstante, para 2030 la huella de carbono en México será más grande ante la llegada de empresas que buscan aprovechar la cercanía con Estados Unidos. Al igual que las personas, las entidades también realizan actividades que producen gases de efecto invernadero como, por ejemplo, durante la fabricación, el transporte o el consumo energético.
México necesita mecanismos como impuestos o el mercado de carbono, pues no tiene futuro sin ellos
, alertó Piquero en el marco del segundo día del México Carbón Fórum.
Muchas empresas que vienen a México estaban en China, Corea y se estará albergando a esas industria con sus emisiones también.
México va a emitir más gases de efecto invernadero por las emisiones de las empresas que se relocalizaran en el país. No obstante, si vienen de China, por ejemplo, ya tienen la obligación de reducir sus emisiones desde hace 10 años. México está subido a un tren del que no se puede bajar, pero tiene que poner un valor a las emisiones
, afirmó Piquero.
Tan sólo la Unión Europea aprobó un impuesto a las importaciones; es decir, se paga por las emisiones de carbono que se llevó por la fabricación del bien, siempre y cuando en el país de origen no se haya pagado.
Si esa tendencia sigue, cada vez vienen más empresas al país y México no va a poder vender más afuera, porque necesitará compensar lo que llega al país.
México necesita muchas reducciones y América Latina puede vender muchas reducciones. Es diferente al resto de la región, pues México es un país totalmente industrial y América Latina es de materias primas.