n días recientes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) presentaron los resultados de sus respectivas mediciones sobre la economía nacional, la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH, 3 de agosto) y las Estimaciones de la Medición de la Pobreza 2022 (10 de agosto), respectivamente. Ambas arrojan resultados muy alentadores sobre la reducción de la pobreza y de las desigualdades en nuestro país y ratifican que la estrategia económica del presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido la correcta.
Sin embargo, las conclusiones a las que arriban ambos estudios sobre el acceso a la salud son erróneas, pues comparten un fallo de origen: la metodología. Entre los siete indicadores claves del índice de pobreza se encuentra la cobertura de servicios de salud. Cuando existía el fantasmal Seguro Popular, con su modelo de aseguramiento individual, la población registrada en ese sistema de financiamiento se percibía con cobertura de servicios y eso respondía en el censo y en la ENIGH, aunque en la práctica careciera de acceso efectivo. Al desaparecer ese mecanismo de financiamiento, hoy no saben que tienen derecho universal de acceso a los servicios de salud.
La salud ha sido una prioridad para el gobierno actual y con el propósito de pensar colectivamente qué sigue en para el sistema de salud en nuestro país, la Comisión Especial para la Elaboración del Proyecto de Nación para profundizar la Transformación: 2024-2030 definió que uno de sus ejes principales fuera éste: salud, alimentación y entornos saludables.
Lo anterior responde a una visión integral que va más allá de la atención médica individual y considera esenciales la prevención de enfermedades, el acceso a una alimentación saludable, al agua, a espacios laborales seguros y al medio ambiente.
Por ello, del 19 al 27 de agosto se realizarán nueve foros a escala nacional que contarán con la participación de diversos actores tanto de la academia, como del gobierno y la sociedad, pues este es un asunto multifactorial que debe ser abordado con la más amplia participación del pueblo.
Los foros son espacios abiertos para construir colectivamente la agenda de salud para el periodo 2024-2030, la cual, necesariamente, debe partir del principio de garantizar este derecho desde el Estado. Es decir, continuaremos con la construcción de un sistema de salud y bienestar público, gratuito, universal e integral en el que el Estado sea el proveedor de los servicios y no las empresas privadas que lucran con la vida y la salud de las personas.
Iniciaremos el sábado 19 de agosto en la Ciudad de México y continuaremos en Nuevo Léon, Tlaxcala, y el estado de México con los temas: atención médica, atención primaria a la salud; seguridad social y ambientes laborales seguros y saludables; alimentación, agua y los determinantes comerciales de la salud; soberanía sanitaria y autosuficiencia industrial para la salud; daño ambiental y riesgos para la salud; salud y bienestar en la línea de vida; salud mental y adicciones; recuperación de entornos, movilidad y seguridad vial.
Por su relevancia y urgencia a causa del histórico rezago en su atención plena, la salud de las mujeres y su componente sexual y reproductivo serán temas transversales a todos los foros. Les invitamos a sumarse para seguir profundizando la transformación de la vida pública de México.
* Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud