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Caerá la producción de miel por dos años

Uso de plaguicidas en cocotales de Colima causa mortandad de abejas

Apicultores denuncian utilización excesiva de fipronil

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▲ Miles de abejas yacen muertas en uno de los centros apícolas del municipio de Armería, Colima, a causa del uso de fipronil, químico utilizado por los productores de coco para combatir las plagas.Foto cortesía de Visión Costera Colima
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 11 de agosto de 2023, p. 24

Colima, Col., Autoridades del gobierno del estado dieron a conocer que cerca de 5 millones de abejas han muerto en el año debido a la aplicación de un insecticida en cultivos de coco.

Según Roberto Chávez Rincón, presidente del Comité del Sistema Producto Apícola de Colima, los municipios más afectados son Tecomán, Armería y Cuauhtémoc.

Dijo que la mortandad del insecto mermará la producción de miel en los próximos dos años; varias toneladas se dejarán de cosechar.

De acuerdo con cifras oficiales, la entidad produce anualmente 25 toneladas de miel y cuenta con 85 productores activos.

Chávez Rincón señaló que los productores de coco que aplicaron el insecticida aseguraron que cuentan con autorización para el uso de estos químicos.

Los agricultores se deslindan al decir que cuentan con aval; lo que no está autorizado es la cantidad que aplicaron y por nuestros propios medios estamos saliendo adelante, indicó.

Consultado al respecto, Jaime Sotelo García, subsecretario de Desarrollo Rural estatal, confirmó que los productores de coco sí tienen autorizado el uso de insecticidas para sus cultivos.

Subrayó que el coco, uno de los cultivos más lucrativos del estado, se ve afectado por una plaga conocida como picudo prieto o mayate prieto, que perfora los frutos y oviposita dentro de la palma, lo que ocasiona que se pudra.

Por ello, los agricultores aplican insecticida en sus parcelas, donde permiten que los productores de miel tengan sus colmenas. La gran mayoría de las tierras son de los productores de coco.

Mencionó que se han llevado a cabo reuniones de ambos grupos de productores para llegar a acuerdos y evitar que mueran los insectos. Se propuso que los agricultores de coco puedan aplicar su insecticida por las noches, cuando las abejas están en sus colmenas, protegidas por cristal.

Por su parte, Alfredo Álvarez, diputado local de Morena, recordó en febrero pasado que a raíz de este problema, en el Congreso se aprobó una iniciativa que él presentó para imponer penas de prisión hasta de ocho años a quien resulte responsable de la muerte de las abejas.

Expuso que el insecticida que generalmente se utiliza en los cultivos de coco es el fipronil, cuyo uso está autorizado. Puntualizó que hasta ahora ningún apicultor ha promovido alguna denuncia penal ante la Fiscalía General del Estado.

La polinización de las abejas en la producción agrícola nacional genera 19.2 por ciento del valor total, pero los insectos están en riesgo por los plaguicidas, la deforestación y el cambio climático.

Sólo la mortandad de unas 3 mil 600 abejas en Hopelchén, Campeche, detectada el 22 de marzo pasado, a causa del uso de fipronil, ocasionó la pérdida de alrededor de 13 millones de pesos, sostuvo Remy Vandame, investigador del Colegio de la Frontera Sur.

Benjamín Ye Acosta, apicultor de Campeche, tenía 120 colonias de abejas y sólo se salvaron 12. Prácticamente perdí todo y en esta situación están varias comunidades, contó luego de encontrar a sus abejas muertas.

Afirmó que en la región los plaguicidas se usan sin control ni horario. “Hasta culpan al apicultor de poner los apiarios cerca de zonas de cultivo, pero ya estaban en esos lugares antes del desmonte y de que se hicieran las siembras.

La región se dedica a la apicultura desde hace mucho. Se perdió el patrimonio de 80 apicultores; nos quedamos sin abejas, cosecha de miel ni recursos para sustentar a las familias, alertó.

De acuerdo con apicultores y expertos, de la polinización de las abejas depende 75 por ciento de los cultivos alimenticios del planeta, pero son afectadas por la agroindustria, las megagranjas porcícolas y los desarrollos turísticos que devastan las selvas, además de que ha desaparecido entre 30 y 40 por ciento de su población.