Atenas. El partido de ida de la tercera ronda de clasificación a la Liga de Campeones entre el AEK de Atenas, donde juegan los mexicanos Orbelín Pineda y Rodolfo Pizarro, contra el Dinamo de Zagreb fue aplazado tras el asesinato de un aficionado griego, anunció la UEFA en un comunicado.

Esta decisión fue tomada después del anuncio de la policía griega sobre la muerte de Michelis Katsouris, de 29 años, quien fue apuñalado durante los enfrentamientos entre aficionados de ambos clubes, que dejaron al menos siete heridos, según informes de las autoridades, las cuales agregaron que habían realizado 96 detenciones, en su mayoría de seguidores croatas (84).

De acuerdo con el ministerio de Protección Ciudadana, simpatizantes de ambos bandos se enfrentaron cerca del estadio, en Atenas, lanzando granadas, piedras, artefactos incendiarios y otros objetos. Algunos de ellos estaban equipados con bates.

El grupo de radicales de ultraderecha del Dynamo Zagreb, autodenominados Bad Blue Boys, es considerado uno de los principales involucrados en la trifulca en contra de los diversos sectores del AEK, que integran a la asociación de seguidores del equipo, denominada Original 21.

Después de conocerse la magnitud del acontecimiento, diversos aficio-nados se congregaron en el sitio donde murió Katsouris para dejar ramos de flores, velas y bufandas con los colores negro y amarillo del AEK. Jugadores del equipo campeón de liga la temporada pasada también visitaron el lugar.

El primer ministro croata, Andrej Plenkovic, llamó a su homólogo griego, Kyriakos Mitsotakis, para presentarle sus condolencias y denunciar la violencia, según la agencia oficial croata Hina.

La UEFA, que lamenta los incidentes espantosos y declara esperar que los responsables de este acto terrible sean arrestados y presentados ante la justicia, precisó que está en pláticas con los dos clubes para reprogramar el partido para el viernes 18 o el sábado 19 de agosto.

El encuentro de vuelta previsto en Zagreb el 15 de agosto se mantiene sin cambios, al igual que la pro-hibición de aficionados de ambos clubes para asistir como visitantes, medida que se aplica también al duelo de ida, una vez que se acuerde la recalendarización.