El movimiento artístico muestra las piezas de 47 autores que han sido parte de su trayectoria
Miércoles 9 de agosto de 2023, p. 3
El espacio independiente Salón dès Aztecas celebra contra viento y marea siete lustros de vida con una exposición colectiva de 47 artistas, cuya obra ha pasado por sus diferentes sitios de exhibición. Sin embargo, Salón dès Aztecas, 35 años de arte no se mostrará en su local de la colonia San Pedro de los Pinos, debido a que lo perdieron en octubre de 2022, sino en la galería Casa EME.
La exposición cuenta con obras como La máquina de dar bendiciones, un mosaico bizantino de Francisco Toledo, que el propio artista obsequió al Salón, así como piezas de la fotógrafa Graciela Iturbide y de los pintores Alberto Castro Leñero, Philip Bragar, Jazzamoart y Javier Arévalo. Del pintor Roberto Parodi se incluye el políptico Katharsis, de siete cuadros, a partir del mural Catarsis, de José Clemente Orozco, que fue exhibido en el Museo del Palacio de Bellas.
Además, se expone la obra de muchos artistas jóvenes porque su necesidad de exhibir fue la razón de ser del Salón, nacido el 21 de abril de 1988 en un local en República de Cuba 54, en el Centro Histórico, que Aldo Flores prefiere llamar Tenochtitlan. El proyecto se extendió a mueblerías, casas reparadoras de máquinas, un antro gay y restaurantes circundantes que se convirtieron temporalmente en galerías. Se llegó a llamarle el Soho mexicano por la cantidad de espacios que se abrían
, apunta Flores, también pintor.
Creador del proyecto junto con Enrique Cava, Flores se remonta a sus orígenes: “Cuando vivía en Nueva York conocí el Salon des Artistes, que era la conexión con París. Se pretendía que se extendiera a México; sin embargo, cuando se elaboró el contrato resultó que todas las ventajas eran para la otra parte y me dije: ‘no le vamos a entrar. Se acabó la sociedad, vamos a abrir el Salón con el nombre de dès Aztecas porque estamos en Tenochtitlan’”.
El Salón dès Aztecas es un proyecto con muchos éxitos, muchas alegrías, aunque también decepciones y traiciones inesperadas
, además de muchos cambios de sede. Del Centro Histórico –al término de la acción en pro del arte llamado la toma del edificio Balmori, en 1990– se mudaron a Emerson 411, en Polanco. Para entonces habían entrado en contacto con el mecenas Poncho Aguilar, a cuya memoria está dedicada la exposición.
“Al llegar Poncho al espacio cambia por completo la historia del Salón porque nos presenta con muchas personas relevantes, amantes del arte. De inmediato empieza a fluir una parte económica que ayuda y soporta, hasta el grado de hacer la toma del Balmori, que fue un proyecto muy costoso”. El Salón permaneció en Emerson hasta mediados de los 90; entonces, se mudó a la calle de Cuvier 77, en la colonia Anzures, donde estuvieron hasta 1999.”
Desalojo del cartel inmobiliario
Un amigo de Flores en Nueva York, Richard Ampudia, lo invitó a diseñar los cafés Habana allá y regresó a México con la firme decisión de reabrir el Salón, lo cual hizo en la calle de Zitácuaro 11, en la colonia Condesa. De allí, el proyecto se pasó a la calle 13 número 58, en la colonia San Pedro de los Pinos. Allí permanecieron de 2010 hasta octubre de 2022, cuando el Salón fue objeto de un desalojo.
Por desgracia, terminada la pandemia entró en acción el cartel inmobiliario y nos despojó prácticamente de todo. Fue brutal, traumático. Todo venía de la alcaldía y tuvimos que dejar ese espacio
, señala Flores.
A pesar de ya no tener una sede, el Salón no ha dejado de trabajar. Con la galería Casa EME han realizado algunos proyectos, como la exposición de Chica Ayala. El que ha producido todo es Pichi Aguilar, hijo de Poncho Aguilar, a través de Picci Fine Arts, aunque esperan encontrar pronto una nueva sede.
Si Flores no deja la promoción se debe a que “el arte en general sigue teniendo muchos problemas que se multiplican cuando estás en la parte del arte puro. El problema más grande que vive el arte hoy es el del mercado. Han surgido nuevos millonarios con necesidades de cubrir sus paredes, situación que ha significado la apertura de nuevos espacios, pero no todos están en pro del arte, sino más bien están en pro de ganar dinero del arte.
Ese mismo mercado genera mucha basura. Mucho arte muy malo, así como nuevos artistas que sólo nacen para crear y cubrir esas necesidades. Todo esto pone en mucho riesgo al buen arte, la trayectoria que debe de seguir, convertido ya en cultura. Porque a final de cuentas es lo que educa y alimenta las almas de millones de personas.
El próximo proyecto de Flores está pensado para París. Será una ofrenda monumental dedicada a todos los caídos por el covid-19
.
La exposición Salón dès Aztecas, 35 años de arte, que se inaugura hoy a las 19:30 horas, se exhibirá desde el viernes hasta el 8 de septiembre en CasaEME (Sinaloa 217, colonia Roma, Ciuda de México).