Avena y café, con grandes variaciones
La inflación alimentaria en el estado de México fue de 13.41 por ciento, reporta el Inegi
Martes 18 de julio de 2023, p. 19
El precio de la canasta básica de alimentos y productos cerró la primera mitad de julio en mil 723.28 pesos, un encarecimiento de 3.4 por ciento frente a mil 666.20 pesos con los que inició el año, reveló este lunes la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
Según el monitoreo del organismo que aglutina a todos los pequeños comercios que operan en el país, de manera anual la canasta muestra un alza de 1.76 por ciento en su precio. No obstante, muestra el indicador, hay entidades del país con fuertes encarecimientos en el último año, siendo la principal el estado de México, con 13.41 por ciento; seguido por Nuevo León, 10 por ciento; Hidalgo, 6.91 por ciento; San Luis Potosí, 5.98, y Sinaloa, 4.37 por ciento.
Los productos de mayor variación de precio en el año reciente fueron: avena Quaker, 46 por ciento; café soluble Nescafé, 34.1 por ciento; jabón Maestro Limpio, 30 por ciento; pollo entero, 23.3 por ciento; frijol, 15.86 por ciento; lentejas, 15.28 por ciento; papel higiénico, 14.9 por ciento, y aguacate, 11 por ciento.
En tanto, los productos que más han bajado su precio en el año reciente son: chile serrano, 46 por ciento; chile jalapeño, 40 por ciento; harina de trigo, 37 por ciento; tomate, 31 por ciento; limón, 29.2 por ciento; jitomate, 25 por ciento y sal 18 por ciento.
El monitoreo de la Anpec incluye 44 productos, los cuales son considerados básicos debido a que son los que más compran las personas en las tienditas de la esquina, por lo cual además de alimentos indispensables, también incluye otros productos que pueden no serlo como cigarros, cerveza, dulces y refrescos.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Anpec, resaltó que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inflación general terminó junio en 5.06 por ciento; sin embargo, es paradójico
que algunos estados de la República, como lo son el estado de México y Nuevo León, se sitúen por debajo del promedio nacional inflacionario con un 4.1 y 4.6 por ciento, respectivamente, mientras la inflación alimentaria en ambas identidades resultó ser de 13.41 y 10 por ciento, respectivamente.
Las dos caras
En este acercamiento de la fotografía nacional, aseguró, se aprecia perfectamente la realidad de las dos caras de la inflación que golpean al país. La general que, por causas de las prácticas de producción del nearshoring, el incremento de las remesas y la no recesión estadunidense, entre otras, ha venido fortaleciendo la macroeconomía nacional.
En tanto, la inflación alimentaria se mantiene al alza, reflejando así el talón de Aquiles de nuestra economía, ya que el consumo popular de lo alimentario sigue estando encarecido, convirtiéndose en el obstáculo principal para consolidar en México una recuperación y reactivación económica de profundidad, ya que se sitúa por encima de 8.3 por ciento
, apuntó el líder nacional de los pequeños comercios.
Las consecuencias de esta situación, apuntó, son una sociedad que no alimenta bien a sus familias, en la que seis de cada 10 batalla para abastecerse de los alimentos esenciales, donde tanto la cantidad como calidad de los alimentos se sacrifican en aras de comprar sólo lo que alcance, ofreciendo así una ingesta de bajo valor nutricional y teniendo cada vez más ventanas de hambre y desolación.