Avances del feminismo
l pasado 3 de julio se cumplieron 68 años de que las mexicanas votaron por primera vez, luego de que el presidente Adolfo Ruiz Cortines concediera
en 1953 la posibilidad para que ellas pudieran votar.
En México no hubo ningún movimiento o lucha tan intensa como las de décadas atrás de las sufragistas francesas, inglesas o estadunidenses. Respondió más a una presión internacional de la ONU, que en 1952 estableció que ningún país podía considerarse democrático si no garantizaba el derecho al voto a toda su población.
El voto femenino ha aumentado significativamente en los recientes comicios. De acuerdo con el Estudio muestral sobre la participación ciudadana en las elecciones federales de 2018
, se confirma que votan más que los hombres, 66.2 por ciento contra 58.1, una diferencia de 8 puntos porcentuales.
En los últimos años, la participación de las mujeres ha tenido avances significativos en diversos ámbitos. En México, los logros son espectaculares. En la política, ocupan cargos de gran relevancia. Instituciones como la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Instituto Nacional Electoral, son presididas por mujeres. Además, de las 500 curules en la Cámara de Diputados, 250 son ocupadas por mujeres mientras que, en la de Senadores, suman 63 de 128.
En la esfera social las mujeres participan en espacios que antes eran exclusivos de los varones, como los deportes. En el aspecto académico, según la OCDE hay más mujeres que cuentan con educación superior: 26 por ciento las mexicanas de entre 25 a 34 años tienen título universitario, los hombres registran 25 por ciento.
Se ha reforzado la defensa legal de los derechos de las mujeres. En la Ley General en materia de Delitos Electorales se integró en abril de 2020 un artículo para sancionar la violencia política contra ellas en razón de género, y aunque es muy imperfecto en su redacción, es un avance en la protección de sus derechos políticos.
Ningún movimiento marginal puede compararse con los logros de los movimientos feministas. A nivel internacional, las mujeres son capaces de dirigir complejos militares o portaviones, viajar al espacio, presidir países, dirigir grandes compañías y han demostrado que son capaces para intervenir con éxito en todas estas actividades reservadas, en un pasado reciente, a los varones.