Sábado 8 de julio de 2023, p. 17
La primera investigadora de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a la que se permitió visitar la prisión de Guantánamo, Fionnuala Ní Aoláin, solicitó al gobierno de Estado Unidos brindar tratamiento de rehabilitación urgente a los musulmanes torturados tras el 11 de septiembre para reparar sus graves lesiones físicas y sicológicas y cumplir con sus compromisos en virtud del derecho internacional, en una entrevista con The Guardian.
En febrero Ní Aoláin obtuvo un acceso sin precedente al centro de detención en Guantánamo, donde 30 hombres están detenidos. En el reporte de sus cuatro días de visita, ella encontró que la falla en proveer un cuidado especializado para compensar el impacto en la tortura de largo plazo tenía un efecto acumulativo equivalente a un tratamiento cruel inhumano y degradante
en violación de las obligaciones del gobierno de Estados Unidos bajo las convenciones internacionales.
Sin excepción, cada individuo al que conocí exhibía condiciones médicas relacionadas con el daño físico que experimentaron relacionada con la rendición y tortura o con la angustia profunda como la ansiedad y la depresión, el trauma extremo y la ideación suicida
, señaló Ní Aoláin en la entrevista.
Dañados por la tortura
Los abusos más extremos fueron infligidos hace 20 años durante el programa de tortura posterior al 11 de septiembre de 2001 de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) de sospechosos musulmanes, donde al menos 119 hombres sufrieron tortura llamada eufemísticamente técnicas de interrogatorio mejoradas
.
La especialista de Naciones Unidas afirmó que a pesar del paso del tiempo la caída física y sicológica persistía. La línea divisoria entre pasado y presente es muy estrecha para estos hombres. En algunos es inexistente: ellos habitan cuerpos que están profundamente dañados por actos de tortura
, explicó.
Ní Aoláin, profesora de leyes de la Universidad de Minnesota y la Universidad de Queensen Belfast, afirma que, paradójicamente, Estados Unidos es un líder mundial en el diseño de tratamiento para los sobrevivientes de tortura. No obstante, el conocimiento ganado por esa nación no fue aplicado a aquellos sujetos a su propia tortura.
El programa de la CIA fue creado en 2002 por los sicólogos James Mitchell y Bruce Jessen, basando el plan en experimentos en perros a los que cuando se les daban choques eléctricos desarrollaban impotencia aprendida
.