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Fue desalojada tras 66 años

Rufina pide a Batres ser beneficiaria de una vivienda rehabilitada

Habló con empleados del Invi que no le resolvieron

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▲ La sexagenaria estuvo viviendo en la calle con sus enseres durante tres días.Foto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Sábado 1º de julio de 2023, p. 30

A más de 72 horas de que Rufina Felisa Galindo, de 69 años, fuera desalojada con violencia del departamento ubicado en Emiliano Zapata 68, en el Centro Histórico, pidió un encuentro con el jefe de Gobierno, Martí Batres, con el fin de plantear la posibilidad de que se le reubique en alguna de las viviendas de los edificios dañados que las autoridades capitalinas rehabilitan.

La mujer, que habitó en ese inmueble desde que tenía tres años, cuando llegó de Oaxaca, dijo que tuvo un encuentro con personal del Instituto de Vivienda (Invi) a quienes planteó la situación; sin embargo, recibió como respuesta que es directo con gobierno con el que debe hacer la petición.

Recibí como respuesta que es directamente, que es un asunto que tengo que ver con el gobierno, por eso pido un encuentro con Martí Batres, porque ya se fue la anterior jefa de Gobierno, tras recordar que les dije que vengo de Oaxaca, pero he vivido toda la vida aquí y ahora el gobierno está haciendo viviendas y reconstruyendo edificios dañados.

Hace unos meses autoridades de la Ciudad de México informaron que en el Centro Histórico se ubican alrededor de 85 edificios en riesgo, los cuales serán rehabilitados, por lo que se realizan censos y la revisión de documentos de las personas que habitan en los viejas construcciones en calles como Justo Sierra, callejón Licenciado Verdad, Academia, Argentina, Talavera y Violeta, entre otras.

Desde la noche del jueves, Rufina Felisa se fue a vivir, junto con sus dos hijas, al departamento de uno de sus nietos en la colonia Morelos, por lo que dijo que estuvo bien que vendiera la estufa y el refrigerador porque aquí es muy chiquito.

Comentó que ya no nos podíamos quedar en la calle, estaba muy peligroso, pues notó la presencia de sujetos desconocidos, por lo que junto con sus dos hijas prefirieron aceptar el apoyo de su nieto, a pesar de que no quería, porque ahora llegamos nosotras a invadir.