Sábado 24 de junio de 2023, p. 22
Morelia, Mich., La Universidad Intercultural Indígena de Michoacán (UIIM), así como autoridades comunales purépechas informaron en un manifiesto, que solicitaron a los tres órdenes de gobierno poner un alto a la deforestación y al cambio de uso de suelo, clausurar huertos ilegales, y exigir a los dueños de huertas ilícitas, sobre todo de frutos rojos y aguacate, reparar ambientalmente las superficies afectadas. Asimismo, demandaron apoyo para la recuperación de bosques y lagos y la clausura de cañones antigranizo.
En la elaboración del documento, participaron, por la UIIM alumnos, maestros y Francisco Márquez, rector de la casa de estudios, ubicada en el municipio de Tingambato, así como autoridades comunales de la Meseta Purépecha encabezadas por Pavel Guzmán, dirigente del Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM).
Nuestra casa ha sido afectada desde hace muchos años con los permisos que han otorgado los gobiernos para talar los bosques y aprovechar las resinas, y los fuereños se han llevado las principales ganancias, y nos dejan devastación y pobreza
, explican el texto.
Además de la deforestación, las comunidades indígenas padecen el despojo de tierras en el que se imponen cultivos de exportación y explotación con el aguacate y las llamadas berries que sólo deja enormes ganancias a empresas trasnacionales y a productores medianos.
Señalaron que México es el principal productor y exportador de aguacate en el mundo, gracias a nuestros bosques michoacanos de 40 municipios, y se contrata a 310 mil trabajadores en condiciones laborales no dignas
.
Explicaron que las berries son el otro producto de exportación que deja a las empresas ingresos por 2 mil 300 millones de dólares con la siembra de 7 mil hectáreas de fresa, arándano, zarzamora y frambuesa. Denunciaron que “en esas tierras ya no se siembra la milpa, así que nuestra alimentación se ha visto dañada.
Vivimos una crisis ambiental, la deforestación de más de 300 mil hectáreas, el uso de agroquímicos y plaguicidas, la contaminación, la creación desmedida de ollas de agua, el cambio de cultivos, la pérdida de vegetación natural, el daño a la flora y fauna, así como el uso de la fuerza para despojarnos de nuestro territorio”.
El líder Pavel Guzmán subrayó que las asambleas generales de cada comunidad deben ser las que frenen el cambio de uso de suelo, y las mismas comunidades han iniciado la reforestación social, prueba de ello es que se han sembrado en los últimos cuatro años, en casi 60 comunidades –de 15 municipios–, un millón 400 mil plantas de pino y para este año están previstas 400 mil.
Pidieron a los gobiernos federal y estatal incluir en la agenda nacional los rescates de los lagos de Pátzcuaro y Cointzio que están severamente afectados, así como el de Zirahuén que ya está contaminado, cuando era el único embalse sustentable.