Desdibujar el género humano y rendir homenaje a lo femenino, la propuesta
Martes 13 de junio de 2023, p. 7
El coreógrafo y antropólogo Lukas Avendaño (Oaxaca, 1977) retoma las cosmovisiones y tradiciones del imaginario contemporáneo de México en Lemniskata, obra que presentará hast mañana miércoles, como parte del Festival Holanda en el teatro internacional de Ámsterdam.
En ese certamen, desde 1947 se han presentado los mejores artistas mundiales en el campo del teatro, las artes visuales y la música al lado de talentos emergentes. María Callas, Igor Stravinsky, Pina Bausch, Heiner Müller e Ingmar Bergman han sido parte de ese encuentro.
A propósito de la obra, que se estrenó en julio de 2022 en Guadalajara, el creador afirmó que Lemniskata es una bienvenida a la vida, un festejo, con el que he intentado contrarrestar la violencia que todavía existe en el país. Las imágenes que se crean pueden generar en el espectador cierto sentimiento, pero al final se trata de una fiesta a la vida
.
El artista muxe comentó que de manera muy sutil en la pieza se hace alusión a la muerte y a los desaparecidos. Jalisco es uno de los estados con altos índices de personas desaparecidas, pero le dimos un tratamiento más universal. De ahí que los cuerpos de los artistas aparezcan desnudos, amontonados en ciertos momentos, creando imágenes que vivimos en el espacio público
.
Lemniskata es una instalación escénica que desdibuja el género, un cuerpo que se enuncia colectivo recuperando su lugar en el territorio, y con ello, el origen desde sus vestigios. Una Coatlicue contemporánea se manifiesta en los claroscuros de la naturaleza y en su naturaleza de mujer.
En el escenario aparecen hombres desnudos que se mueven al sonido de chirimías y tambores. Los bailarines en algunas escenas portan máscaras de tastoanes hechas en Tonalá y buscan mostrar los mujerismos/muxerismos que habitan en sus cuerpos.
Avendaño hizo primero un trabajo de campo en los municipios de Tonalá, Teuchitlán, Amatitán, Tuxpan, Zapotlán, Mezcala, Acatic y Guadalajara, en el que empezaron a coincidir signos morfológicos y gestuales que devienen en desdoblamiento, semejante a como una serpiente se ve nacer a sí misma cuando cambia de piel.
El agua
De los elementos que empezaron a surgir en cada uno de estos municipios, está el agua; otro elemento arraigado es la figura femenina. Por ejemplo, en Mezcala los habitantes narran que hay un monolito pétreo en el cerro, que la gente baña para pedir
, explicó en entrevista el coreógrafo.
La propuesta es mostrar al ser humano en toda su desnudez y vulnerabilidad, a la vez que es una pieza de resistencia femenina frente a un mundo dominado por la violencia y la explotación. También rinde homenaje a la feminidad y de manera implícita a la comunidad muxe, que ha sido estigmatizada en muchos contextos.
Sobre el nombre del espectáculo, Avendaño explicó que Lemniskata se refiere al concepto del infinito y se asocia a simbolismos que tienen que ver con la figura femenina, cómo ésta permea en todo lo cotidiano y toca las fibras de nuestras culturas, tradiciones y la vida.
El infinito fue un elemento muy recurrente en cada uno de los municipios donde se hizo la investigación, pero en una conceptualización más figurativa en torno a la culebra. Indagar sobre su representación simbólica me llevó a Uróboro, la serpiente que se muerde la cola, pero no es que se esté mordiendo, sino que está pariendo a si misma como cuando muda de piel, entonces en mi imaginación ese Uróboro, ese símbolo del infinito mostrado gráficamente como una serpiente que se muerde la cola, al final es una celebración, un festejo a la vida y eso lo vinculamos con toda esta representación iconográfica que hay de la serpiente en Mesoamérica
.
La representación del infinito, añadió, es universal y en la nomenclatura de las matemáticas en cualquier cultura y país se reconoce ese símbolo.
Lemniskata es una producción original de Moves en coproducción nacional con el Conjunto Santander de Artes Escénicas y Cultura de la Universidad de Guadalajara, así como en coproducción internacional con Kampnagel, de Hamburgo, Alemania.
La obra coreográfica de Lukas Avendaño se ha caracterizado por la exploración de la identidad sexual, étnica y de género, así como la denuncia de la desaparición forzada. El artista se formó en la Facultad de Danza de la Universidad Veracruzana, e hizo la especialidad de creación dancística en el Centro de Investigación Coreográfica del Instituto Nacional de Bellas Artes.