Programa de formación de filigrana en el CASA abraza a la historia, a la cultura y a la tradición
Lunes 12 de junio de 2023, p. 9
Con perfección y delicadeza los artesanos mexicanos hacen filigrana con técnicas en peligro de extinción
. Como si estuvieran en un quirófano, requieren de concentración y destreza para ejecutar una intervención sumamente complicada, pues un error milimétrico podría provocar la agonía de su obra.
“Siempre me preguntan: ‘¿Por qué si tienes unas manos tan grandes, logras hacer joyas tan finas?’, dice entre risas Cándido Santiago (Juchitán de Zaragoza, 1981), cuyas extremidades se transforman en una singular herramienta para fabricar dijes de flores, aretes con forma de mariposa y tréboles, entre otros diseños tradicionales.
Santiago es uno de los 12 alumnos que proceden de distintas entidades y que participaron en el programa trimestral de formación de filigrana –técnica decorativa que data de 2500 aC– que ofreció el Centro de las Artes de San Agustín (CASA), en Etla, Oaxaca.
Las técnicas de filigrana que estudiamos se enfocaron en Oaxaca, Chiapas y Yucatán. Uno de los requisitos fue tener conocimientos previos
, explicó el también docente de uno de los módulos educativos en entrevista con La Jornada.
Aunque sólo tengo un par de laminadoras, pinzas para bisutería, peines de filigrana y un fuelle para soldar, la combinación perfecta son mis manos toscas y mis pensamientos. Desde que me proponen un modelo, mi ingenio se manifiesta.
Desde los 9 años Cándido Santiago aprendió filigrana gracias a su tío. El proceso no ha cambiado mucho. Es muy laborioso trabajar con hilos delgados y se complica más cuando se trabaja con oro, mientras es un poco más fácil lidiar con la plata, el zinc y el latón
.
Para Gabriela García Mariscal (Ciudad de México, 1986) su estadía en el centro cultural fundado por el pintor oaxaqueño Francisco Toledo (1940-2019) representó una aventura artística que le cambió la vida.
Es importante difundir la técnica de filigrana porque ésta abraza a la historia, a la cultura y a la tradición. Cada región donde resurge este oficio se nutre de sonrisas, sueños e ilusión. Además, se aprende mucho de los contextos sociales a través del diplomado.
Gabriela fue otra seleccionada de los más de 90 aspirantes que se inscribieron en la convocatoria del CASA. A sus 37 años desarrolló un sexto sentido para aprender a escuchar la voz de la plata y el fuego
. Sin embargo, sus clases magistrales no serían tan placenteras. “Amor, paciencia, compromiso, entrega, disciplina, práctica y estudio son las actitudes y valores indispensables para crear filigrana. (Pero) esta técnica orfebre también te enfrenta con la más grande lección profesional: la frustración.
Cuando se aprende una técnica nueva, la curva de aprendizaje es lenta y en el camino uno se equivoca en exceso. Entonces hay que trabajar despacio, con luz de día, cuidar la postura, hilar, recocer, peinar y rellenar con cuidado milimétrico. Con un segundo más de fuego, la joya se fundirá y se debe empezar de cero.
Las herramientas que utiliza García Mariscal son un laminador, una hilera para trefilar, un soplete de fuelle, gasolina, limas, pinzas de punta redonda, de corte, de cargar de punta fina, papel de lija, tijeras para metal, rizador para filigrana y un tabique cerámico o de carbón. El suplemento es un apetito insaciable por crear y materializar ideas
.
Marcos de alambre rellenos de filigrana, abejas meliponas (sin aguijón), anillos, además de figuras de ámbar, plata, obsidiana dorada y ópalo, diseñadas con la técnica juchiteca de Cándido Santiago, forman parte de la nueva colección de la joven artesana.
La diseñadora gráfica señala que “el requisito principal para materializar una joya de filigrana es cultivar la paciencia y el ahínco. El proceso se inicia fundiendo la granalla en una barra que después se adelgaza en la hilera, mientras se realizan tres o cuatro pasadas por el palacio y se recoce el metal para que no se rompa o astille.
“La filigrana se suelda con un polvo fino que se obtiene limando la barra de la mezcla de plata y latón, los cuales se funden a una temperatura menor que la plata 9.25 o 999 y con una mezcla de sales minerales de ácido bórico, agua y un soplete de fuelle.
“En el diplomado aprendimos a entorchar todo a mano, construir herramientas, hacer marcos, y generar volumen en la filigrana. Hay piezas que son muy tradicionales, casi forman parte del ajuar de una región; abundan los artesanos con nuevas inquietudes, aquellos que tratan de retratar la actualidad con base en el diseño y en nuevas técnicas.
Una parte esencial que no cubrimos en el curso es aprender a tasar los precios de un trabajo. Y es que los colegas artesanos suelen abaratar sus productos e incluso llegan a perder las ganancias por falta de profesionalización en el ámbito financiero.
Otra afección constante que padecen los filigranistas mexicanos es la lumbalgia. García Mariscal aclara que aunque parezca exagerado, los joyeros vivimos de nuestro cuerpo
, ya que las extenuantes horas de trabajo en el taller no favorecen su postura.
La filigrana no es una técnica sencilla, pero es muy noble. En tres meses pude conocer otros estilos orfebres que me permitirán evolucionar y diferenciarme en el mercado, así como tener una estética propia para ejercer mejor mi oficio. Al final, la imaginación es el límite
, concluye Gabriela.
Daniel Brena, director del CASA, comentó que una de las ideas principales del programa educativo fue trabajar con los mejores filigranistas que existen en México
. Roberto Aguilar, uno de los cinco maestros que impartieron las clases, reconoció que la filigrana está en peligro de extinción
y, pese a que muchos interesados acuden a sus talleres con la idea de aprender, pocos continúan en ese camino
.