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El príncipe Enrique acusa a medios de métodos ilegales, incluida piratería telefónica
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▲ El duque de Sussex afuera de las Cortes Reales de Justicia del Tribunal Superior de Gran Bretaña.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Miércoles 7 de junio de 2023, p. 8

Londres. El príncipe Enrique se convirtió en el primer miembro de la realeza británica que declara ante la justicia en un siglo, asegurando, pese a no poder demostrarlo, que un diario sensacionalista obtuvo detalles sobre su vida pirateando su teléfono.

Vestido con traje gris y camisa blanca, el hijo menor de Carlos III testificó durante cinco horas en la Alta Corte de Londres, donde desde el 10 de mayo se juzga a Mirror Group Newspapers (MGN).

Enrique, dos actores de televisión y la ex mujer de un cómico acusan a este grupo, editor del diario Mirror y la revista Sunday People entre otras publicaciones, de obtener información sobre ellos entre 1996 y 2011 mediante métodos ilegales, incluida la piratería telefónica.

Mis mensajes de voz incluían información increíblemente privada y delicada, afirmó.

Por ejemplo, "no sé cómo podrían haber conocido detalles como mis planes de vuelo que nunca eran anunciados por el palacio por motivos de seguridad”, lanzó a Andrew Green, el abogado de MGN que durante todo el día lo interrogó, uno a uno, sobre 20 de los 33 artículos examinados por la justicia.

Por la mañana el príncipe se mostró confuso y dubitativo, pero en la sesión de la tarde adoptó una actitud más combativa.

Aseguró haber llamado hipócrita de mierda a Paul Barrell, el ex mayordomo de su madre, la difunta princesa Diana, en un mensaje de voz en 2003 a su hermano mayor, el príncipe Guillermo.

Esta expresión apareció posteriormente en la prensa, pero después de tanto tiempo dijo no recordar los detalles.

El minucioso interrogatorio dejó a la luz información privada como la reacción de su padre a su consumo de drogas, la vigilancia secreta ordenada por su abuela Isabel II durante su año sabático en Australia o las relaciones con su ex novia zimbabuense Chelsy Davy a partir de 2004.

Si la relación con Chelsy era pública, sus detalles debían permanecer privados, afirmó. El nivel de detalle de estos artículos es, cuanto menos, desconcertante, subrayó.

El príncipe tuvo que admitir que muchas de estas informaciones fueron publicadas por otros diarios y confirmadas por fuentes reales.

Pero acusó al Mirror de ir más allá, obteniendo información por medios ilegales que dijo no poder demostrar porque las pruebas fueron ocultadas o destruidas.

Los cuatro demandantes piden daños y perjuicios a MGN por el impacto que estas informaciones tuvieron en ellos.

Cada uno de estos artículos me causó sufrimiento, aseguró.

En el inicio del proceso, MGN reconoció algunos indicios de recopilación ilícita de información y pidió disculpas, pero negó haber interceptado mensajes de buzones de voz.

El príncipe lanzó asimismo una inusual crítica a los lazos entre la prensa y el ejecutivo británico.

Sobre la concesión de la visa estadunidense

La justicia estadunidense examinará el recurso presentado por una asociación conservadora que quiere saber más sobre la visa concedida al príncipe Enrique a pesar de haber admitido que consumió drogas en Estados Unidos.

Lejos del tribunal londinense donde el duque de Sussex acaba de declarar sobre la hostilidad de la prensa en su contra, un juez federal de Washington dedicará una audiencia a una petición más técnica presentada por la Heritage Foundation.

El príncipe ha admitido públicamente (...) una serie de delitos de drogas en Estados Unidos y en el extranjero. La ley estadounidense inhabilita a estas personas para entrar en el país, señala el recurso.