Domingo 4 de junio de 2023, p. 21
Polhó, Chis., Debido a la falta de condiciones para que el personal de la Fiscalía de Justicia Indígena pudiera ingresar a la comunidad de Polhó, municipio de Chenalhó, fue hasta la mañana del sábado, 18 horas después, que levantó los cuerpos de cuatro de las siete personas asesinadas a balazos el viernes, entre ellas un niño de 3 años.
Representantes de los más de 200 pobladores del ejido Santa Martha que desde principios de octubre pasado se encuentran refugiados en Polhó, dijeron que el ataque
en el que murieron siete personas y tres resultaron heridas se cometió alrededor de las 17 horas del viernes.
Pese a que la Fiscalía General del Estado informó en un comunicado la noche del viernes que los fallecidos eran desplazados, Manuel Gómez Velasco, representante de los indígenas, expresó que sólo se defendieron
, y seis fallecidos pertenecen al grupo de los presuntos agresores, encabezados por Gilberto Pérez Gómez, quien perdió la vida junto con su esposa, su yerno, su nieto de 3 años y dos de sus escoltas.
La otra víctima, añadió, es Oliverio Ruiz, hijo de Fernando Ruiz, el dueño de una bodega que rentan a los desplazados de Santa Martha.
El ataque era contra los más de 200 desplazados, porque querían acabarnos
, dijo Gómez Velasco, uno de sus representantes, quien reiteró que llegaron hombres armados y directamente nos vinieron a atacar. Siempre hemos dicho a los gobiernos estatal y federal que la gente de Santa Martha está buscando la forma de acabarnos. Dispararon para todos lados hacia los desplazados
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El personal de la Fiscalía de Justicia Indígena dio fe de los cuerpos de Gilberto Pérez que se hallaba tirado junto a su camioneta en medio de la carretera con un arma de alto calibre a su lado; de su yerno Antonio Pérez Pérez, y del hijo de éste, de tres años, que se encontraban en el interior de la unidad que presentaba más de 50 impactos de bala de alto poder.
El agente del Ministerio Público dio fe también del cadáver de Oliverio Ruiz, que desde la noche del viernes fue trasladado por familiares a su casa situada frente al sitio de la balacera para ser velado.
Varias casas presentaban agujeros por los impactos de bala. Un transformador de la Comisión Federal de Electricidad fue dañado, por lo que el área se quedó sin energía.
De acuerdo con pobladores, Angelina Gómez Pérez, esposa de Pérez Gómez, murió la noche del ataque cuando era trasladada a un hospital, lo mismo que los hermanos y escoltas Antonio y Gilberto Jiménez Pérez que iban en una camioneta tipo Estaquita, identificados como integrantes de un grupo apodado Los Ratones. Amalia y Estela Pérez Gómez, de 11 y 19 años, hijas de Pérez Gómez están hospitalizadas.
José Vázquez Gutiérrez, defensor auxiliar de derechos humanos, aseguró que no hay seguridad para los desplazados, aunque la hemos solicitado al gobierno. Todas las comunidades tienen mucho miedo
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Señaló que fue un ataque contra los desplazados, pero ellos respondieron porque ya estaba muerto Oliver Ruiz, hijo del dueño de la casa en la que viven. Ahí empezó el tiroteo, por eso respondieron
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Por su parte, el gobierno estatal informó que se presume que esta agresión fue entre particulares y ocurrió cuando al ir circulando por la zona a bordo de un vehículo, personas fueron agredidas con disparos de armas de fuego
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Señaló que inmediatamente después de conocer los hechos violentos ocurridos en la comunidad Polhó, activó el protocolo de atención para garantizar la seguridad en esa región
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