Sábado 27 de mayo de 2023, p. 20
Madrid. La coordinadora humanitaria de la Organización de Naciones Unidas en los Territorios Palestinos Ocupados, Yvonne Helle, denunció ayer el impacto de las demoliciones, la expansión de asentamientos y la violencia de los colonos después de que cerca de 180 personas hayan tenido que abandonar durante los días recientes una comunidad en Cisjordania.
El pasado lunes, la comunidad palestina de Ein Samia empezó a abandonar sus hogares citando la violencia de los colonos como principal motivo. En el lugar vivían 178 personas, incluidos 78 menores. Estas familias no se van por decisión propia
, lamentó Helle.
Las autoridades israelíes han demolido en repetidas ocasiones sus casas y otras estructuras de su propiedad y han amenazado con destruir su única escuela. Al mismo tiempo, la tierra disponible para el pastoreo del ganado ha disminuido por la expansión de asentamientos y tanto niños como adultos han sido objetivo de violencia por parte de colonos
, destacó.
Estamos presenciando las trágicas consecuencias de las prácticas israelíes de larga data y la violencia de los colonos
, manifestó en un comunicado, en el que su oficina recuerda que el gobierno de Israel tiene obligación de proteger a los palestinos que viven bajo ocupación, en línea con el derecho internacional.
La oficina de Helle hizo hincapié en que varias comunidades palestinas se han visto desplazadas recientemente y detalló que desde 2022 un total de 81 palestinos, incluidos 42 niños, han tenido que abandonar sus comunidades en Uadi al Siq y Lifyim, mientras otras 100 abandonaron sus hogares en Ras al Tin.
Reiteró que las repetidas demoliciones, la expansión de los asentamientos, la pérdida de terrenos de pastoreo y la violencia de los colonos siguen siendo motivo de preocupación porque crean un ambiente de coacción que genera más necesidades humanitarias para estas comunidades.
La organización no gubernamental B’Tselem denunció el martes que los residentes de Ein Samia se vieron forzados a abandonar sus tierras
y recalcó que Israel hizo que sus vidas fueran insoportables, dejando a los residentes sin otra opción
, según un comunicado publicado en su página web.
Durante años, los residentes de la comunidad han sufrido violencia de las fuerzas israelíes y colonos, con el total apoyo del Estado, así como las restricciones extremas sobre la construcción de viviendas e infraestructuras, además de demoliciones
, expresó.