Martes 23 de mayo de 2023, p. 8
Cerca del mediodía todo estaba listo ayer en Cancún, Quintana Roo, para la audiencia inicial en la que se imputarían los delitos de enriquecimiento ilícito y abuso de autoridad, cuando el acusado, el ex magistrado federal José Ángel Oliva Máttar, abandonó la sala, supuestamente por unos momentos... y ya no volvió.
Oliva se había presentado en forma voluntaria a las 11 horas ante el juez de la causa, quien de inmediato fijó audiencia para una hora después.
La sorpresiva fuga del ex impartidor de justicia ocurrió a la vista de todos. Los elementos de la Policía Procesal y la unidad de la Guardia Nacional a cargo del orden y la seguridad en las salas de audiencia nada hicieron para evitar que Oliva saliera del recinto, aunque estaban obligados a retenerlo, pues ya estaba a disposición del juez.
La audiencia, que se iba a celebrar en el Centro de Justicia Penal Federal, se tuvo que cancelar tras el insólito desenlace. En los juzgados no se informó si hubo alguna sanción para el defensor del ex magistrado.
Según el Protocolo Nacional de Actuación de Seguridad en Salas de Audiencias, la Policía Procesal tiene como misiones trasladar a procesados y sentenciados a sus audiencias y prestar seguridad y custodiar a la persona privada de su libertad en los recintos judiciales, en coordinación con las autoridades competentes.
Funcionarios del Poder Judicial de la Federación (PJF) informaron que Oliva Máttar acudió de manera sorpresiva a los juzgados federales para propiciar su propia audiencia, que al final resultó fallida.
Años de eludir la justicia
El proceso contra el ex magistrado comenzó en 2019, cuando el Consejo de la Judicatura Federal lo denunció penalmente ante la Fiscalía Especializada en Materia de Combate a la Corrupción de la Fiscalía General de la República.
Desde 2020, el Ministerio Público Federal ha solicitado al PJF que emprenda el proceso penal, para lo cual tiene que celebrarse la audiencia inicial. Pero desde ese mismo año el ex magistrado federal ha interpuesto todos los recursos posibles para evitar el proceso.
Ya logró impugnar a jueces designados, algunos de los cuales aseguraron tener alguna amistad o cercanía con el acusado por haber sido sus alumnos.
Oliva Máttar ya pudo también conseguir la cancelación de una audiencia por enfermedad en la garganta o porque ha obtenido suspensiones contra la orden de presentación, como sucedió el viernes pasado.