con pocos trazos, los esenciales, sostiene Ray Loriga
Su experiencia de enfermedad fue la palanca inmediata que puso en marcha esta ficción
, explicó el autor español en entrevista
Martes 23 de mayo de 2023, p. 5
La novela Cualquier verano es un final es una historia de amor entre dos personajes con la muerte en medio; uno que acaba de bailar con ella no lo ha seducido nada y otro que no la conoce y le parece muy seductora
, dijo su autor, el escritor español Ray Loriga.
El narrador refirió a La Jornada que el libro editado recientemente por Alfaguara tiene como palanca inmediata para poner en marcha esta ficción una experiencia personal: una corta pero seria enfermedad con un periodo difícil
. A finales de 2019 fue diagnosticado de un tumor cerebral.
No quería escribir un libro de diario ni autoficción, ni un testimonio de mi experiencia, sino utilizar cosas que me han pasado para mover un personaje hacia otros lugares
, reseñó Loriga (Madrid, 1967).
El también guionista y cineasta destacó que en su obra le atrae “la pura escritura, su mecánica, el fraseo, las palabras, cómo construir las frases, el ritmo de la página, el capítulo; darle una música particular a todo eso. Para eso utilizo cualquier cosa a mi alcance: experiencias propias o ajenas.
Sí utilizo mimbres de situaciones, amistades, conocimientos, experiencias y reflexiones que yo pueda haber tenido a lo largo de mi trayectoria, en estos 30 años; siempre he utilizado algo de lo propio como palanca para una ficción ajena.
Añadió sobre sus dos personajes que uno acaba de rozarse con la muerte, pero con el camino de intentar sobrevivir, y el otro, aunque no tiene aproximación a ella, pretende acercarse y cortejarla. Los dos se van uniendo
.
La obra, indicó el novelista, es una historia de amor. Conlleva ese grado de idealización muy grande, de ficción. Las personas que amamos, sobre todo las que elegimos amar y que no son de nuestros núcleos familiares, tienen un grado de invención. Uno se inventa, utilizando vasijas reales, unas tormentas de la imaginación para construir esas relaciones afectivas
.
Sus personajes no tienen muy claro por qué han elegido a las personas con las que se relacionan, hasta qué punto es una idealización o una seminvención; los otros son lo que nosotros hemos construido o cómo los queremos ver, cómo hacemos responsables a los otros de nuestros sueños y lo que hemos depositado en ellos, sin, a lo mejor, ni preguntarles. Todo esto es lo que forma la materia del tejido de los seres humanos. Y de la literatura
, puntualizó Loriga.
El ganador del Premio Alfaguara de Novela 2017, por Rendición, expresó que Alma es un vértice que necesitaba en la historia, justo la persona que se niega a ser idealizada, que transita por el mundo de estos dos pero realmente no entra en su juego. Ella es su propia persona, tiene sus ideas y sus sentimientos, y se niega a ser concebida como una parte soñada de otro
.
Alma es descrita como una ilustradora que puede dar vida a una persona a partir de unas cuantas líneas, que es lo que hacen los buenos ilustradores. Mi padre lo es. Aprendí el mundo fascinante de la ilustración desde pequeño, cómo alguien con unos pocos trazos puede dotar de vida un ser humano
.
La novela explora distintos ritmos en la narración. Ray Loriga refirió que siempre ha pensado que somos muy diferentes según las personas con las que estamos. Con una persona que te es muy próxima, sabes más o menos con quién está hablando según el tono de voz que pone en el teléfono
.
Hizo hincapié en que no hay nada peor que un diálogo cuando tres personas te parece que son la voz del mismo autor. Cada uno tiene su hábito de vida personal y su manera esquinada de hablar, su fraseo, ritmo y sentido del humor. Los escritores tenemos que ir dando todo eso a los personajes para que cobren vida
.
Loriga, identificado con el realismo sucio español, señaló que, de forma similar a la ilustración, su escritura se trata de reducir a los detalles esenciales para que la escena se sujete. Como las antiguas polaroids, que te dan un reflejo pequeñito pero muy personal de lo que había delante o detrás. Son breves clases de memoria. Intento sujetar las escenas con estas pinceladas (...) Siempre me ha gustado más crear una impresión con pocos trazos, pero los esenciales
.