El Portal Ecosol está integrado por 12 personas de la región oriente del Estado de México que realizan actividades de producción agroecológica y transformación de alimentos, así como la elaboración de productos artesanales y ofrecen sus servicios profesionales, generando un espacio para el consumo e intercambio basado en los principios de la economía solidaria. Se consolida en abril del 2020, justo en un momento histórico de la humanidad, al estar viviendo el segundo año de la pandemia del COVID-19. Al inicio se contó con el apoyo de un proyecto financiado por la Fundación Moises Izcovich, acompañado por la organización Nuhusehe, Educación y Desarrollo A.C., denominado “Reactivación económica solidaria para alcanzar el buen vivir”. El objetivo planteado fue consolidar empresas sociales que impulsan el cambio de conciencia social para actuar por el bien común con base en el desarrollo sostenible de capacidades y recursos locales. Se propuso dar valor e implementar servicios de capacitación y fortalecimiento a grupos campesinos y comunidades para mejorar sus condiciones de vida, a partir de la consolidación de sus iniciativas productivas con base en una inercia de trabajo cooperativo, solidario y sustentable.
Nuestro trabajo antes de contar con un lugar físico para el intercambio de productos y servicios tiene una trayectoria de doce años, en donde se puso énfasis en la producción agroecológica de alimentos, a través de impulsar los huertos como espacios de aprendizaje para la vida; se ha apoyado en el fortalecimiento de las capacidades a organizaciones sociales, instituciones educativas de diferentes niveles (educación básica, media, superior y posgrado), productorxs, adultos mayores, terapeutas, entre otros. En este proyecto se ha trabajado en tres ejes: ecológico, educativo, económico y social.
Con la pandemia, al estar viviendo una pérdida no solo de familiares, fuentes de empleo y bienestar emocional, planteamos implementar jornadas de salud y venta de productos y artesanías de productoras y productores locales, a fin de impulsar la economía local. Para ello, nos integramos alrededor de 25 personas, que participamos en diferentes capacitaciones en temas relacionados con: introducción a la economía solidaria; producción de productos agroecológicos; redes sociales para la difusión y promoción de los productos para su venta; uso y manejo de la moneda social; técnicas para el autocuidado, enfocadas a la salud física y emocional.
En estos casi tres años, se ha logrado: apoyar y dar servicios terapéuticos a personas de comunidades aledañas a la región de Texcoco a bajo costo; generar un espacio para el intercambio de productos y servicios; incorporar diferentes servicios en beneficio de la salud (terapias, dentista, oftalmología, podología, medicina general); se han ido sumando más personas interesadas en generar otras formas de consumo; generación de redes de colaboración con otras personas de la región para promover las jornadas de salud y venta de servicios, con presidencias municipales y otros colectivos de la sociedad civil participando en la organización de actividades culturales, así como en la participación del uso de la moneda social del Tumin en las Ferias de Papantla, realizadas en julio del 2022, y este año en el Puerto de Veracruz, realizando intercambios con productorxs de diferentes regiones, impulsando otras formas de intercambio económico y colectivo.
Hay grandes retos por superar: por un lado, nos hace falta asegurar que haya un flujo económico que permita a lxs compañerxs sentir seguridad económica; generar una participación más constante y comprometida de las personas que participan en este espacio; darnos tiempo para seguir en procesos de formación para intercambiar y conocer otras experiencias que trabajan en temas afines; incorporar a más productorxs que ofrezcan productos de consumo básico; y, a lo externo, se requiere tener una mayor difusión de los servicios que ofrecen; hace falta fortalecer espacios para hacer conciencia sobre la importancia de la economía solidaria para el desarrollo comunitario; diseñar alternativas para impulsar un consumo solidario, justo y responsable.
Sin duda, este trabajo ha sido posible gracias al gran apoyo y confianza que nos han brindado las personas responsables del cuidado del espacio físico donde se realizan las jornadas de salud, así como la organización de Construyendo Voluntades, A.C., quienes se han sumado a esta labor, porque también es parte de su trabajo con la comunidad. Reconocemos que no ha sido fácil mantener el espacio, pero existe el entusiasmo, compromiso, constancia y persistencia para continuar en la construcción de otra manera de relacionarnos como sociedad, apoyando en la revaloración de principios y valores del bien común, estamos abiertos al diálogo e intercambio con otras experiencias que nos abonen a seguir en esta construcción colectiva. •