El lugar se encuentra rebasado y ni sus celulares pueden recargar
Sábado 20 de mayo de 2023, p. 24
Hasta tres horas y media de fila realizan las personas procedentes de Honduras y Haití, entre otros países, con la finalidad de entrar a la Casa del Migrante en la alcaldía Cuauhtémoc, ubicada en la calle Roma, colonia Juárez, luego de que el área para establecerse en la plaza Giordano Bruno está saturada.
En el inmueble, que permanece las 24 horas con la reja cerrada y vigilancia de policías y personal de la demarcación, los extranjeros pueden pasar la noche, usar el sanitario y la cocina, en el último caso sólo si llevan sus propios alimentos para preparar, asegura Ildefonso Flores, originario de Honduras.
Mientras espera a que se abra la reja, relata que la regla
de la casa establece que a las ocho de la mañana todos vamos para afuera, pero antes debemos recoger la casa de campaña y no dejar basura
.
Desde mediodía se hacen filas para pernoctar
Acompañado por Mayron Audiel Espinoza, un joven compatriota de 28 años y a quien conoció en esta capital, lamentó que no hayan podido bañarse en ese lugar ni tenido la oportunidad de recargar las pilas de sus teléfonos móviles.
Comenta que los hombres se pueden quedar en casas de campaña que instalan en el jardín Jesús Reyes Heroles, mientras las mujeres y niños se quedan dentro del inmueble en alguna de la literas o colchones que son colocados en el piso.
Desde las 14 horas de ayer ambos se formaron y lograron entrar a las 17:30 horas, por lo que piensan que este sábado volverán más temprano
porque no tienen dinero para pagar la renta de una habitación.
Ildefonso llegó desde hace ocho días a la Ciudad de México y cuenta con la visa de visitante por razones humanitarias
–que expira en marzo del siguiente año– otorgada por el Instituto Nacional de Migración en Tapachula, Chiapas, pero no ha podido encontrar trabajo en la capital.
Ha solicitado empleo en tiendas de conveniencia y en cafeterías de la zona sin tener éxito, al mencionar que las autoridades le otorgaron el documento por razones humanitarias porque en Honduras fue amenazado de muerte y era extorsionado en su local de pastelitos de piña por sujetos integrantes de la mara salvatrucha.
Mayron –quien tiene cita el 9 de junio en las instalaciones de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados– también fue amenazado por integrantes de esa pandilla, por lo que dejó a su esposa y dos hijos en Honduras.