Opinión
Ver día anteriorMartes 9 de mayo de 2023Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
El Sur Resiste 2023
C

on el encuentro internacional El Sur Resiste 2023 y la muy amplia caravana previa, los diversos pueblos indígenas buscaron visibilizar los daños socioambientales y bioculturales de los megaproyectos, destacando el Corredor Interoceánico y el llamado Tren Maya. En este importante proyecto político y organizativo promovido por el Congreso Nacional Indígena (CNI), se reunieron activistas de diferentes estados del país y representantes de por lo menos 10 países más: España, Chipre, Grecia, Chile, Argentina, Colombia, Alemania, Estados Unidos, Canadá, Italia, Francia y Ecuador.

Se enfatizó la necesidad de tejer redes de apoyo solidario, nacional e internacional en la defensa de la naturaleza, a las comunidades que la defienden y por confrontar el discurso estatal, posicionar la palabra de los pueblos, revindicando su autodeterminación. Vale retomar los datos básicos que para variar han sido invisibilizados.

Del 25 de abril al 7 de mayo tanto en la caravana como en el encuentro internacional participaron pueblos, comunidades, colonias, barrios y organizaciones indígenas, campesinas, feministas, sindicales, populares y de la sociedad civil que están en lucha y resistencia ante distintas formas de despojo del Estado y el capital mundial y patriarcal. Se partió de considerar que las luchas no están solamente en México, están en todo el mundo y desde ahí los pueblos se organizan para defender sus territorios de los corredores, trenes y proyectos de muerte del capitalismo corporativo trasnacional...

La caravana El Sur Resiste recorrió numerosas comunidades en las que se abordaron los retos, desafíos en incluso triunfos locales en defensa de sus tierras y territorios. Ya se conocerá, si así lo deciden, la memoria de cada uno de los encuentros. Comenzó en el municipio de Pijijiapan (Chiapas), continuó en Puente Madera y Guichicovi (Oaxaca), Oteapan (Veracruz), Villahermosa- El Bosque (Tabasco), Candelaria (Campeche), Valladolid (Yucatán), Carrillo Puerto (Quintana Roo) y Xpujil (Campeche).

Ese recorrido no estuvo exento de agresiones oficiales. La más destacada fue al Campamento Tierra y Libertad a Mogoñe Viejo, municipio de San Juan Guichicovi, establecido por ejidatarios mixes afectados por las obras del ferrocarril del Istmo de Tehuantepec. El 28 de abril, elementos de la Guardia Nacional, de la Marina Armada de México y de la policía estatal de Oaxaca atacaron violentamente a quienes participan en el campamento, provocando su destrucción y robando las pertenencias de los campesinos que se encontraban en el mismo y detuvieron a 6 de sus integrantes que finalmente fueron liberados. A las numerosas protestas se sumó la propia caravana que denunció además, lo que sería una constante a lo largo de la misma, como fue el hostigamiento, grabaciones y retenes con la presencia constante de la Marina, la Guardia Nacional y los oficiales del Instituto Nacional de Migración.

Tras la caravana, se realizó el 6 y 7 de este mes, el encuentro internacional El Sur Resiste 2023, en el emblemático Cideci Unitierra en San Cristóbal de las Casas. Sus ejes fueron el capitalismo corporativo mundial, el patriarcado planetario y autonomías en rebeldía. Al inicio se ofreció una síntesis de la caravana y se presentaron ponencias significativas de contexto para los análisis y conclusiones de las mesas temáticas donde 940 participantes de 33 pueblos originarios de México, Abya Yala, Estados Unidos, Europa y Kurdistán, que compartieron, denunciaron y tomaron acuerdos de acción en búsqueda de una articulación de las luchas.

Fue un desafío la organización de la campaña El Sur Resiste, lo cual es señal de esperanza; sin embargo, la continuidad de este proceso lo es en mayor medida. Al regresar a sus territorios los participantes, con todo y los acuerdos tomados, se enfrentarán a la realidad cotidiana de violencia imperante, a la militarización que no es propia sólo de México, a la división comunitaria producto de la acción del Estado a través de sus políticas de apoyo, individualizado por cierto y, además, a buscar la subsistencia.

No es nueva la afirmación presidencial, pero al mismo tiempo que en Cideci se realizaba el encuentro internacional El Sur Resiste, AMLO afirmó: llueva truene o relampaguee en diciembre habrá tren Maya. ¿Respuesta nada subliminal?

Al clausurar sus trabajos en el Cideci concluyeron que en estos tiempos de reacomodo geopolítico mundial en que los grandes capitales de los bloques occidental y asiático aceleran el proceso de esta nueva etapa de guerra de colonización, atestiguamos sus efectos devastadores en nuestros territorios, pero sentimos también con gran fuerza la resistencia de nuestros pueblos que han salvaguardado nuestra existencia.

Es obvio que se trata de mucho más que una caravana y un encuentro. Se trata, como han insistido los zapatistas: la lucha es por la vida, ni más ni menos.